En la política española funciona mucho lo de ser un bocazas.
Eso es lo que ha demostrado ser Emiliano García-Page, el socialista presidente de Castilla-La Mancha, se ve que en un intento de agradar al más radical de su corriente, que encima es el líder supremo Pedro Sánchez.
Así que Page este 3 de septiembre de 2020 ha metido la gamba considerablemente dejando entrever su madrileñofobia:
Un 80% de los casos de contagios de Castilla-La Mancha nos han llegado de la bomba radioactiva vírica que se plantó en Madrid.
Nos irá bien o mal en función sobre todo de lo que se controle o se descontrole Madrid.
Esto es la realidad más allá de colores políticos y más allá de gobiernos y en esto vamos a hacer un esfuerzo por seguir con una línea de trabajo de coordinación de colaboración mutua. No se imaginan hasta qué punto hay gente de Madrid que se está empadronando ahora en Castilla-La Mancha y que mañana ya nos están reclamando plaza escolar.
La tremenda cara dura de Page denota incluso un poco de racismo al estilo independentista, pero sobre todo, un tremebundo ridículo.
Y eso es en lo que ha incurrido Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, cuando fue preguntado al respecto en ‘El Programa del Verano’ de Telecinco:
Utilizar esos términos me parece un desacierto total, tratar de buscar culpables con esta pandemia es un argumento de una pobreza absoluta. El virus se comporta como se comporta y es el gran culpable de lo que está pasando. Es como si nosotros en esta segunda ola culpamos a los temporeros que fueron a Lérida…
Son argumentos que rozan el ridículo. Pero el señor Page es muy libre de decir lo que quiera. Culpar a Madrid ya pasó al principio de la pandemia, pero una de las fortalezas de Madrid es la densidad de población que tiene, aunque ahora con el virus es una de las debilidades. Nosotros tenemos personas que vienen a trabajar a Madrid y viven en Castilla-La Mancha. El virus no entiende de fronteras.
Diga lo que diga Page, vamos a seguir trabajando.