Corría el año 2010 -el 27 de enero- cuando Ángel Muñoz se convertía en el flamante ganador de ‘Gran Hermano 11’ (Telecinco) con el 78’5% de los votos de la audiencia, embolsándose 350.000 euros, el mayor premio otorgado en una edición en España. Por aquel entonces tenía 30 años y una mente muy bien amueblada: destinó 50.000 euros a la ONG Global Humanitaria con motivo del terremoto que azotó Haití y otro pico a ayudar a sus padres a pagar la hipoteca de su vivienda.
Ahora su realidad es prácticamente antagónica, y así lo ha querido transmitir a través de una misiva abierta que ha publicado en ‘El confesionario de Kiko’, el blog de Kiko Hernández, en la que revela que ha tenido que alquilar su piso y marcharse a vivir a su furgoneta para sobrevivir.
«Os escribo esta carta con la intención de ser totalmente sincero y que conozcáis mi situación actual. Como sabéis, el coronavirus obligó a nuestros gimnasios a cerrar y, con ellos, algunos perdimos nuestro trabajo, el de toda la vida, en mi caso mucho más que mi sustento, mi alimento vital», ha expresado.
Después de varios meses desde el estallido de la emergencia sanitaria, «no solo sigo sin trabajar, sino también sin percibir ningún tipo de ayuda ni de subsidio, lo solicité en su momento pero ni recibí respuesta de la administración, ni he cobrado nada», lo cual «me ha llevado a tener que mirar por mi supervivencia y tomar decisiones, decisiones que a priori no son fáciles, pueden sonar duras y que hay que ser valiente para tomar, yo lo he hecho así».
«He tomado la opción de alquilar mi casa para poder vivir y pagar facturas; entre tanto, me he ido a vivir a mi furgoneta, y esto, para quienes me conocéis, sabréis que tampoco es un drama, así que esa es mi vida ahora… He decidido viajar en mi furgoneta y vivir con lo poco que saco de mi casa«.
Por el momento, explica que está «centrado» en un nuevo proyecto, «que será dar clases y formación en línea, desde clases de yoga y pilates colectivas y privadas como talleres de las diferentes disciplinas en las que soy especialista y tengo algo que aportar».
«Mil gracias por leerme y por apoyarme tantos años, ojalá sigáis en mi vida pero sino ya sabéis que siempre estaréis en mi corazón. Creedme que me ha costado dar este paso, sudor, lágrimas y zozobra, pero sinceramente estoy muy orgulloso de mí, sé que me va a ir bien, si no es con esto, con otra cosa, y me siento muy tranquilo, en calma, y sobre todo feliz», ha concluido.