Mónica López, la expresentadora del tiempo en Televisión Española, no ha decepcionado a quienes apostaron por ella –que no fueron otros que Pedro Sánchez e Iván Redondo– para dirigir las nuevas mañanas de TVE, ya que se ha convertido en una defensora más, un altavoz mediático, del gobierno de socialcomunista de coalición entre PSOE y Podemos.
Las primeras semanas de López han estado marcadas por la polémica por su enfermiza obsesión, nada disimulada, contra PP o Vox. Pero Mónica López tiene mucho que agradecer a quienes apostaron por ella esta temporada e impulsaron su carrera profesional, estancada entre isobaras pero sobre todo con un borrascoso pasado (a base de expedientes) en Televisión Española.
Ya se lo anticipamos en Periodista Digital el pasado mes de junio pero conviene ahora recordar quién es Mónica López y el por qué defiende ahora como un ‘dóberman’ a quienes le han rescatado del ostracismo.
Hacemos memoria, corría el verano del año 2014 cuando RTVE abría un expediente para investigar los negocios del equipo de meteorólogos de la cadena pública española. Además de Mónica López, en el ‘saco’ estaban metidos sus compañaeros Albert Barniol y Martín Barreiro. Todos ellos fueron sancionados, y estuvieron a punto del despido, por crear una sociedad privada sin dar cuenta a RTVE.
El entorno de López está relacionado con la empresa Prometeo, primero, y también con Meteoplay. En Meteoplay están presentes David Torres, pareja sentimental de Mónica López, y Marta Barniol, hermana de Albert Barniol.
El ’pastel’ se descubría después de que varios trabajadores de RTVE y antiguos colaboradores del programa El Tiempo acusaran a López y su adjunto, Albert Barniol, de utilizar recursos de la cadena pública con fines privados y a espaldas de la dirección.
Enseguida se iniciaron las acusaciones de comportamiento desleal con la cadena pública. Se abrió un expediente informativo que inició la investigación sobre López, Barniol y Barreiro, los tres con contrato indefinido. El proceso abarcó entrevistas a los presentadores y consultas a agentes independientes, como KPMG Asesores.
Finalmente, la resolución de Recursos Humanos del ente, de la mano de la asesoría jurídica de RTVE, desestimaba el despido, pero solicitó una suspensión de empleo y sueldo para los presentadores.