El popular presentador de los informativos de la tarde de Telecinco, David Cantero, ex de TVE y también escritor, ha tomado una dura decisión que ha justificado en la tensión social y los enfrentamientos políticos y que tienen su reflejo en las redes sociales, concretamente en su perfil de Instagram, una cuenta que Cantero utiliza muy frecuentemente para mostrarnos una ventana a su vida y también, últimamente, como herramienta de concienciación para contener (con consejos e información) la pandemia del coronavirus.
Pero han sido muchas las ocasiones en las que los post del presentador de Telecinco han tenido respuesta negativa por parte de los habituales ‘haters’ tan típico en las redes sociales, pero David Cantero no está dispuesto a seguir aguantando a quienes utilizan su perfil para difundir mensajes negativos y, de manera sorprendente, ha tomado una decisión drástica, la de cerrar su hasta ahora prolija cuenta.
Tal y como ha podido comprobar Periodista Digital, lo ha justificado de la siguiente manera: «Lo siento, pero la violencia, la mala educación, la locura, el odio, la ignorancia y la agresividad de unos cuantos desquiciados, negacionistas de la pandemia, me ha obligado a tener que entornar una ventana que espero poder volver a abrir de par en par algún día».
El conocido presentador de Mediaset explica también que lamenta haber tenido que tomar esta decisión «después de muchos años compartiendo fotografías, ideas e instantes de mi vida, sin otros límites que aquellos que marcan el sentido común, el pundonor y el buen gusto».
David Cantero, además, critica a parte de nuestra sociedad actual «que ha confundido y pervertido casi todos los conceptos, entre otros muchos el de la libertad de expresión», en crítica a los insultos que ha recibido en las redes.
Y termina Cantero con sus explicaciones al cierre de su perfil que ha realizado estos primeros días de noviembre: «Los que nos ponen a todos en peligro con su demencia, mientras además nos amenazan, intentan denigrarnos y nos insultan, no deberían poder ampararse en ese derecho jamás».
