La hemeroteca es lo que tiene.
Los mismos que hoy pían por el contenido de un chat privado de militares retirados son los mismos que no hace muchos años, por ejemplo, aplaudían con las orejas guillotinar al actual Rey de España, a Felipe VI.
Y ejemplos hay bastantes, como el protagonizado en 2013 por la hoy ministra de Igualdad, Irene Montero, que amenazaba al que sería monarca español con unos recortes y que estos serían con guillotina, al mismo tiempo que aseveraba que no alcanzaría el trono de La Zarzuela.
El periodista Eduardo Inda, muy crítico con la conversación de esos militares jubilados, especialmente con frases como las de que habría que «fusilar a 26 millones de españoles de hijos de puta», recordaba que también hubiese sido igual de correcto armar la misma cháchara y polvareda con las bravuconadas tuiteras de quienes actualmente ocupan cargos de postín en el Gobierno de Pedro Sánchez.
Eduardo Inda recuerda algunos ejemplos de amenazas en redes sociales como Irene Montero suscribiendo guillotinar a Felipe VI que no provocaron el pollo que ha tenido el chat de los militares jubilados. pic.twitter.com/aebpuFX2n0
— Tertulianadastelevisivas (@Tertulianadast1) December 6, 2020
Sin ir más lejos, el director de Okdiario, en la tertulia política de ‘laSexta Noche’ del 5 de diciembre de 2020 ponía varios ejemplos de políticos que no habían tenido empacho en amenazar al Rey de España o a adversarios políticos como Toni Cantó o quien fuera alcalde de Madrid y ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón (Partido Popular).
Eduardo Inda relataba así esa doble vara de medir de quienes se escandalizan por lo que se contaban en un chat privado y, en cambio, ahuecan la voz cuando representantes políticos de Unidas Podemos soltaban en pública tremendas barrabasadas contra aquellos políticos que no eran de su cuerda:
A mí me gustaría que la persona que ha amenazado o que ha dicho que hay que fusilar a 26 millones de españoles tenga su sanción correspondiente. Pero también me hubiera gustado que se hubiera montado el mismo pollo cuando se descubrió que Irene Montero, la hoy ministra de Igualdad del Gobierno de España, había suscrito un tuit en el que decía «Felipe no serás Rey, vendrán nuestros recortes y serán con guillotina».
También me gustaría que se hubiera montado el mismo pollo cuando se descubrió que Pablo Soto, concejal del Ayuntamiento de Madrid dijo textualmente que «yo no puedo aseguraros que por torturar y matar a Gallardón se vaya a cambiar toda esta historia. Pero por probar no perdemos nada».
El tertuliano puso dos nuevos ejemplos, el de García Castaño, uno de los ediles fuertes de la entonces alcaldesa podemita en Madrid, Manuela Carmena, y el del propio Pablo Iglesias que, como su actual pareja, parecía sentir una especial predilección por la guillotina:
También me hubiera gustado que se hubiera montado este mismo pollo cuando Jorge García Castaño, también exconcejal del Ayuntamiento de Madrid, de Podemos, del grupo de la señora Carmena, cuando dijo aquello de «compañeras, creo que ha llegado el día de empalar a Toni Cantó».
O como cuando el actual vicepresidente del Gobierno dijo que había que hacer recortes, sí, pero con guillotina.