La ‘maravilla’ del fin de semana de 17 y 18 de abril de 2021 la dejó la ministra del 8-M, Irene Montero, en un acto con miembros del colectivo LGTBI como parte de la campaña electoral por Madrid. En realidad, estamos muy necesitados de esto en la sociedad hoy en día, el humor siempre es muy necesario…
Así que la ministra feminista lo que hizo fue dar varias patadas al diccionario utilizando un inventado término neutro, y demostrar que se puede parecer bobo mientras das un mitin: «Niño, niña, niñe, hijo, hija, hije…»
Irene Montero y el lenguaje inclusivo. Vaya manera de hacer el ridículo.
“Hijo,hija,hije…niño,niña,niñe”
Su ministerio nos cuesta 451 millones de euros,euras, eures. pic.twitter.com/FYZ3u7fD63
— Toni Cantó (@Tonicanto1) April 17, 2021
El Programa de Ana Rosa ya en lunes 19 de abril recogía el asunto entre risas, entre un cabreo descomunal porque una ministra esté haciendo esto, y con la propia presentadora, Ana Rosa Quintana, y el tertuliano azote de podemitas, Eduardo Inda, lanzados contra esta última imbecilidad:
Ana Rosa Quintana: La ministra se ha pasado… Ha sido muy sorprendente el uso que ha hecho del lenguaje inclusivo inventado, vamos, que le ha dado patadas al diccionario hasta que se ha cansado. Que escuchen el discurso todos, todas y todes.
Eduardo Inda: Esto es de gilipollas, gilipollos o gilipolles. Esto es una gran gilipollez que atenta contra la RAE. Que tengamos una ministra con este nivel intelectual a mí me avergüenza. El servicio público tiene que ser algo a lo que vayan los mejores, no quien haga estas gilipolleces.
Ana Rosa Quintana: Yo no creo que la ministra se esté tomando esto con frivolidad. Ella lo hace muy en serio.
Pérez-Reverte: «Para fabricar idiotas»
Uno de los mayores defensores de la lengua española, por su repercusión y por su profesión, es Arturo Pérez-Reverte, que ya ha venido dando batalla a estas imbecilidades del lenguaje inclusivo progre.
De hecho, en esta misma semana fue partícipe el académico de una polémica de este orden:
Libros de texto escritos por idiotas para fabricar idiotas. Y hay colegios que los aceptan». No ha podido ser más contundente Arturo Pérez-Reverte en su denuncia de un texto que diferenciaba entre «musulmanes y musulmanas» y «moriscos y moriscas».
