“Vamos a pagar los platos rotos”.
Así de contundente es el coronel Pedro Baños al valorar cómo afectaría a Europa un conflicto bélico en Ucrania a raíz de una invasión rusa.
El experto en geoestrategia destaca los intereses que hay ocultos detrás de un choque militar. En este sentido, recordó este 21 de enero en ‘Espejo Público’ que el presidente de EEUU, Joe Biden, determinó que si su incursión en el conflicto entre Rusia y Ucrania era menor no habría consecuencias. Sin embargo, “los actores estadounidenses se le tiraron al cuello y le dijeron que si entraba un solo soldado reaccionarían más allá de las sanciones económicas».
Por lo que confiesa que «a EEUU le interesa que los europeos entremos en el conflicto y quedarse al margen». Sin embargo, no son los únicos que buscarían sacar su tajada.
El conflicto en Ucrania representa para Rusia el último colchón estratégico que le queda.
«Rusia no quiere ni que Ucrania ni Georgia entren en la OTAN. Esto implica a Ucrania y al conjunto de Europa, cualquier cosa que pase aunque sea menor en este enfrentamiento quien vamos a pagar los platos rotos somos los europeos: empezando por el tema económico y siguiendo por el tema del gas».
Guillermo Pascual, corresponsal de Antena 3 en Bruselas, se suma a la preocupación del coronel Baños. “La Unión Europea lleva tiempo sacando músculo y avisando a Rusia de cuáles serían las consecuencias de una potencial sanción a Ucrania».
Por lo que apunta que en ningún momento se ha hablado de operaciones militares pero sí de sanciones financieras. «En este momento no sabemos hasta dónde llegarían ni cuáles serían los sectores afectados porque esto se usa como una forma de presión».
El corresponsal establece que Bruselas ha recordado que Rusia depende mucho de la Unión Europea y por tanto las consecuencias de una intervención «serían desastrosas para su economía ya que somos su principal inversor y socio comercial».
A lo que suma que en España partimos de una situación vulnerable porque compramos petróleo y gas y ahora está en el aire un gasoducto que tendría que ver la luz en los próximos meses: un proyecto que lleva mucho tiempo fraguándose y que traería gas a Europa pasando por Alemania.
Desde Moscú, el periodista Ricardo Marquina señala que están muy atentos a Bielorrusia ya que el presidente ha anunciado un referéndum que incluye la pregunta de si quieren que Rusia vuelva a recolocar el armamento nuclear que retiró en los años 90. Advierte que la política ucraniana es muy conservadora. «En este aspecto Ucrania se parecería más a Rusia o a Polonia y a Rusia le molesta el acercamiento a la OTAN más que a Europa como estructura política».