El presentador de ‘Todo es Mentira’ deja escapar a la política de extrema izquierda en una cómoda entrevista

La imputada Ada Colau torea al ingenuo Risto Mejide para ocultar su ‘pasión’ por los okupas

La alcaldesa de Barcelona utiliza una artimaña para evitar explicar por qué la Ciudad Condal concentra el 30% de todas las okupaciones que existen en España

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Ada Colau toreó a gusto a un ingenuo Risto Mejide durante su participación en ‘Todo es Mentira’ del 27 de abril.

La imputada alcaldesa de Barcelona lanzó constantes evasivas cuando se fue preguntada, hasta en tres oportunidades, por qué la Ciudad Condal concentra el 30% de todas las okupaciones que existen en España.

La política de extrema izquierda empezó justificando que el elevado porcentaje se podía deber a que «nosotros distinguimos entre okupación y familias vulnerables».

Una excusa que no coló, por lo que tuvo que reinventarse con otra: “somos una ciudad con mucho turismo y mucha especulación”, lanzó ante la mirada incrédula de un Risto que le preguntó por qué no ocurría lo mismo en otras grandes ciudades turísticas de España.

Al verse acorralada, Colau indicó que no podía analizar el dato porque lo desconocía y se comprometió a poder responder durante una próxima entrevista. Sin embargo, no es más que una excusa para salir del paso para no reconocer que las políticas permisivas de la extrema izquierda han convertido a Barcelona en una especie de Edén para los okupas.

Así lo desvela el propio Gobierno de Pedro Sánchez. Los datos del Ministerio del Interior que salieron a la luz en enero de 2022 ya dejaban claro que las okupaciones de viviendas crecieron un 18% en España al contabilizarse 13.389 casos hasta septiembre de 2021.

Las mismas estadísticas que apuntan a que Cataluña sigue a la cabeza de las comunidades autónomas con 5.689 okupaciones, el 42% del total, un dato que cuadruplica al de la Comunidad de Madrid (1.282 casos) y casi triplica el de Andalucía (1.994 casos).

La serie histórica comienza en 2015, cuando en España se contabilizaban 10.376 ocupaciones de vivienda ilegales, de ellas 3.950 en Cataluña, es decir, el 38% del total, cuatro puntos menos que en la actualidad. En 2020, último año con cifras cerradas, esta región tenía 6.647 casos, es decir, experimenta un incremento del 68% en cinco años.

No en vano, Interior deja claro que Cataluña experimenta un incremento del 9,1% de este tipo de conductas en el acumulado de enero a septiembre de 2021, si se compara con el de 2020, un año marcado por las restricciones de movimientos por la pandemia de Covid y que cerró con 14.792 hechos conocidos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el conjunto de España.

De ellos, el año pasado 6.647 casos se concentraron en Cataluña (casi el 45% del total).

No se trata de una tendencia nueva o controlada, ya que no para de crecer ante la falta de acción de Ada Colau y su equipo de Gobierno.

En este sentido, dentro de Cataluña, destaca el dato de la provincia de Barcelona, la más poblada de las cuatro provincias, ya que suma 4.229 okupaciones entre enero y septiembre del presente año, esto es, el 74% de todos los hechos de los que se tiene conocimiento en esta comunidad autónoma.

La falsa promesa de Colau

La Audiencia de Barcelona estimó el recurso presentado por la sociedad mercantil Vauras Investments y ordenó al Juzgado de Instrucción número 18 de Barcelona abrir el procedimiento contra la alcaldesa.

Una decisión que sitúa a la política de extrema izquierda como presunta autora de delitos de coacciones y prevaricación. La querella también se dirige contra Marc Serra, concejal de Sants-Montjuïc; Lucía Martín, edil de Vivienda, y Fuensanta Alcalá, responsable de Vivienda e Inspección.

Es importante recordar que este juzgado inadmitió, al no encontrar indicios de delito, una querella de la empresa que es el fondo inversor que gestiona el edificio conocido como Bloc Llavors en Barcelona, que estuvo ocupado durante unos cuatro años y que los Mossos d’Esquadra desalojaron en 2021 al sexto intento.

Para Colau llueve sobre mojado. No solo por la imputación, sino por una vieja promesa política que ahora se tambalea sobre su cabeza.

Se trata de sus palabras pronunciadas en noviembre de 2014, meses antes de arrebatarle la alcaldía de Barcelona a Xavier Trias, durante una entrevista de Salvados con Jordi Évole.

Ada Colau prometió hacer “un referéndum revocatorio”. La entonces activista arremetió contra los investigados que se negaban a poner su cargo a disposición.

«Hay muchos imputados que no dimiten, lo que podrían hacer es validarlo con la ciudadanía», expresó Colau en aquel programa de laSexta. Jordi Évole le preguntó entonces: «¿Someterías a referéndum tu propia dimisión?». La ahora alcaldesa de Barcelona fue categórica: «Hombre, ¡claro! Es un hecho suficientemente grave para que la ciudadanía opine».

A pesar de que se cumple con lo afirmado para que ponga su cargo a disposición, Colau ya afirmó en enero que “me parece fuera de lugar plantear un cese”. Una afirmación que indicó cuando fue  imputada por la concesión de subvenciones públicas del Ayuntamiento de Barcelona.

Una vez más, la política de extrema izquierda se enfrenta a sus propias palabras pero encadenada a su cargo.

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Autor

José Antonio Puglisi

Periodista italovenezolano especializado en economía y periodismo de investigación.

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