Risto Mejide dinamitó cualquier opción de llegar a un acuerdo de paz con Pablo Iglesias.
El presentador de ‘Todo es Mentira’ admitió este 10 de mayo que no dejará pasar todas las ofensas recibidas por parte del ex vicepresidente del Gobierno de Pedro Sánchez. En este sentido, dejó claro que las palabras del exlíder de Podemos están “enquistadas”.
Todo comenzó cuando Mejide anunciaba el último programa de ‘Todo es Verdad’ “por ahora”. El publicista destacó que se trata de un proyecto que “estaba pensado para unas semanas y que ya lleva un año”, por lo que la pausa le servirá para descansar “y quitarme las ojeras de oso panda que tengo”.
Se trata de una mención directa al insulto de Iglesias cuando perdió los papeles en ‘Público’ y acabó llamando “¡Farlopero!” al presentador de Cuatro y desencadenó una ida y venida de insultos entre ambos que parecía haberse apagado solo hace una semana. Ahora, Risto dejaba claro que la guerra no había acabado.
Al ser preguntado por sus colaboradores por qué no lo dejaba ya pasar, el publicista dejó claro que “aquí las cosas no pasan, se enquistan”, lo que parecía una clara advertencia de que se la ‘tenía guardada’ al exlíder de Podemos y que esperará al momento oportuno para tomar su venganza.
Todo apunta a que el siguiente golpe del presentador de ‘Todo es Mentira’ irá por la vida personal de Iglesias, ya que fue un reto que lanzó en directo a inicios de mayo y que aceptó el político de extrema izquierda.
Trapos sucios
Tras haber recibido la respuesta más bestia del presentador de ‘Todo es Mentira’ el 2 de mayo, el exlíder de Podemos retomó sus insinuaciones iniciales de que el publicista es un “farlopero” y lanzó una frase que dejaba entrever que está convencido de que consume o ha consumido cocaína.
A través de ‘La Base’, Iglesias se veía arriba desde el primer momento:
“Ricardo Mejide es uno de esos tipos, que por cierto abundan mucho en los medios de comunicación, que se dedican a criticar a todo el mundo, pero cuando alguien les critica a ellos se cogen un berrinche”.
En un intento de provocar al presentador de ‘Cuatro’, el exvicepresidente del Gobierno le soltó con ironía:
“Tenemos que reconocer que, para nosotros, es un auténtico lujazo tener como publicista a una inminencia del marketing como Ricardo Mejide. Que no deja de dar difusión gratis a este puto podcast”.
Finalmente, volvió a retomar sus insinuaciones sobre el consumo de drogas por parte de Risto.
“Eso sí, tengo que decirte que estás perdiendo facultades. Cualquier experto en comunicación a leído a Lakoff y su libro ‘No pienses en un elefante’ y sabe que repetir la frase ‘yo no me he metido una raya de coca nunca en mi vida’ puede generar el efecto comunicativo contrario al deseado…”.
A lo que agregó: “Yo no soy un chorizo, dijo otro Ricardo… Nixxon”, haciendo referencia a la famosa frase “i’m not a crook” (no soy un delincuente) pronunciada por el expresidente de Estados Unidos.
Al verle cómodo en su guerra personal, parte de su equipo le chinchó para ver si aceptaba o no el reto del presentador de ‘Todo es Mentira’ para hablar sobre la vida privada de cada uno.
“Mi vida privada, las fotos de mi casa, hasta las ecografías de mis hijos han sido temas en las tertulias de este país. Así que tampoco sería una gran novedad hablar de mi vida privada”.
No obstante, sí reconoce que hubo un mensaje de Risto que le molestó: “Lo que está un poco feo es que uses todos los grandes éxitos de las cloacas, que si Irán, Venezuela, la niñera…pero la verdad es que tampoco nos sorprende”.
“Qué podíamos esperar de alguien que tiene falsos hasta sus seguidores de Twitter, que por lo visto la mitad son bots que nunca han puesto ni un solo tuit. Hasta tu mate es de mentira, Ricardo”, sentenció.
Es un lujazo para @LaBasePublico que el publicista @ristomejide nos haga publicidad gratis desde su programa. Gracias, Ricardo. Hoy nos hemos divertido contestándote y para que no te enfades te citamos crack ? pic.twitter.com/Bluvqtpibz
— Pablo Iglesias ? (@PabloIglesias) May 3, 2022
Las palabras de Risto de este 10 de mayo parecen dejar claro que está preparando lo que será su próxima bofetada a Iglesias. Eso o una simple forma de quedarse con la última palabra pero sin acabar haciendo nada.