Aún colea la polémica con el nuevo vídeo de ‘Producciones Moncloa‘.
El montaje del director (o del presidente) con la performance de Parla (Madrid) para presumir de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en la que Pedro Sánchez sale hablando un joven vinculado al PSOE sigue generando una cascada de reacciones.
En el programa ‘En boca de todos’ (Cuatro), el periodista Antonio Naranjo deja bien claro cuál es la razón por la que el jefe del Ejecutivo socialcomunista prefiere este tipo de piezas perfectamente preparadas y aliñadas para salir perfecto en cámara y sin tener ningún tipo de contratiempo del estilo ‘¡Que te vote Txapote!’
El tertuliano de Alcalá de Henares deslizó en muy pocos segundos que lo que le aterra al inquilino de La Moncloa es tener que dar la cara en actos públicos porque es consciente de que ahora mismo es un político que para nada es querido entre los españoles:
El problema es que Pedro Sánchez solo funciona con actores. Para verse con jubilados tienen que montarle a mediodía, cuando no hay nadie y con todo acordonado una partida de petanca con abuelos del Partido Socialista de Coslada. Cuando se va a Valladolid a montar en bici le tienen que cerrar tres calles. Cuando quiere ver a chavales para ver cómo va el tema del Salario Mínimo Interprofesional tiene que elegir al hermano de un colaborador suyo en Moncloa.
Antonio Naranjo dejó bien claro que el presidente del Gobierno socialcomunista lo que tiene es auténtico pánico al ciudadano de a pie porque sabe que este no le va a recibir, precisamente, con salvas de aplausos:
¿Y cuál es la moraleja de este asunto? Pues que Pedro Sánchez, con el ciudadano normal, no se puede reunir porque le tiene miedo. Le tiene miedo porque Pedro Sánchez no es una persona querida y cuando tú no eres querido lo único que haces es montar performances de este tipo para simular lo que no eres y un afecto que no te tienen. Es que es así de sencillo.