Durante su participación en el programa ‘Todo es Mentira’

Anabel Alonso insulta a los vecinos que la abuchearon en Béjar y Risto le ríe la ‘gracia’

La actriz carga contra los ciudadanos que mostraron su malestar por su presencia en las fiestas del pueblo

Anabel Alonso y Risto Mejide
Anabel Alonso y Risto Mejide PD

Anabel Alonso salió a insultar a los vecinos que la abuchearon en Béjar.

Todo ocurrió el sábado 2 de septiembre, cuando la actriz estaba iniciando su discurso en el pregón de las fiestas y los silbidos y abucheos fueron atronadores. Aunque intentó encararse con todo aquel que mostró su rechazo por su presencia en el pueblo, la actriz llevó la ‘batalla’ al siguiente nivel al cargar contra ellos en la televisión nacional.

Durante su participación en el programa ‘Todo es Mentira’, Alonso aseguró que los abucheos venían de “cuatro matados que arman mucha bulla”. Consciente de que en el vídeo se escucha que la pitada es monumental, tuvo que justificarse diciendo que “se hacían notar mucho”.

Defendida por Risto Mejide, la artista siguió subiendo el tono al punto de que tildó de “muy lamentable” la actitud de los vecinos, sobre quienes dijo que “no les conocía nadie” y hasta puso en duda que pertenecieran a la localidad.

“Eran personas que iban como a desahogarse y a echar su mierda… Cuatro elementos y cuatro cantamañanas…”, insultó. Por su parte, el presentador de ‘Cuatro’ intentó poner el énfasis en que la actriz había sido elegida para realizar el pregón, pero obviando que son las palabras de Alonso contra el PP y VOX las que se le devolvieron en contra como un boomerang.

El abucheo

Cuando, este sábado 2 de septiembre, estaba iniciando su discurso, ya los silbidos y abucheos eran atronadores.

En un momento dado, un paisano le gritó ‘¡pesetera!’, a lo que la individua se revolvió: ‘¿Pesetera?, si no me pagan. ¡Qué valor!’.

Y se volvió teatral hacia el alcalde Martin en busca de ayuda.

El edil, en respuesta hizo un cero con los dedos, pero eso no aplacó a los bejaranos que siguieron con su pitada y sus gritos.

«Estáis en vuestro derecho de abuchearme si queréis, no sé muy bien la razón».

Viendo el espectáculo y el rechazo general, la progre intentó hacerse la graciosa:

«Es estupendo. Habéis venido a no oírme».

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