Nicolas Sarkozy sacudió sin contemplaciones a Pedro Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero.
Durante su entrevista en el programa ‘Espejo Público’, el expresidente de la República Francesa entre 2007 y 2012, lamentó que España no ocupa el papel que le pertenece en Europa. Considera que esto puede ser culpa también de los españoles. Cree que desde la época de José María Aznar España no juega el papel ni ocupa el lugar que por su tamaño y cultura le corresponde.
En plena presentación de su libro ‘Los años de las luchas’, el exmandatario recordó que en la época en la que José María Aznar era presidente del Gobierno ninguna decisión en Europa se tomaba sin la opinión del presidente español. Un rol que ya no se repitió con la llegada al poder de Zapatero y, menos aún, con el actual presidente del Gobierno.
En su conversación con Susanna Griso, Sarkozy puso en valor que España y Francia son dos países muy cercanos que comparten una cultura en común. De ahí que le parece «una pena que España no juegue otro papel en Europa».
Señala que ahora mismo está encantado de ver que un español ha tomado la dirección de una institución europea, en relación al nombramiento de Nadia Calviño como presidenta del Banco Europeo de Inversiones, y se pregunta cuáles son los españoles que ejercen responsabilidades en el aparato institucional europeo.

Nicolas Sarkozy
Apasionado de España, confiesa que viaja a menudo a Madrid. Reconoce que es la ciudad que prefiere, posiblemente del mundo porque «tiene las ventajas de la gran ciudad pero mantiene un tamaño humano». En esta visita se ha encontrado con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y la presienta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso. «Amo esta ciudad, podría vivir perfectamente aquí», subraya. Bromea diciendo que puede ser que le guste más el alcalde de Madrid que el de París.
Además, recuerda a Aznar como un líder, a Zapatero como un político y de Rajoy se queda con la idea de un hombre serio. «Me gusta España independientemente del dirigente. España no puede reducirse al presidente del Gobierno, ni si quiera al rey. Son los españoles los que han elegido. Yo me he llevado bien con todo el mundo y siempre he querido trabajar con los mandatarios españoles».
Señala que no conoce personalmente a Pedro Sánchez y que le gusta «ver a una España fuerte y unida». «Una España desunida no sería una buena noticia ni para España ni para Europa. Es un político que ha demostrado que puede durar», afirma sobre el presidente del Gobierno español.
Respecto a las negociaciones del Gobierno con los independentistas catalanes apunta que «cuando se trabaja con los que quieren la independencia de su región se trabaja contra la unidad de España». «Occidente son 800 millones de personas, en Asia hay 4.000 millones de habitantes, en 4 años en África serán 2.500 millones de habitantes y no creo que nos podamos permitir el lujo de la división».
Finalmente, para acabar de enfadar a los socialistas, el exmandatario dijo que a Isabel Díaz- Ayuso la ve con un gran temperamento y un buen futuro. Señala que él mismo le ha dicho que su recorrido le resulta muy familiar.
Por su parte, al Rey Juan Carlos le define como un hombre que ha sido determinante en la historia de España y ve que se emiten juicios de valor cargados de sentimiento en los últimos tiempos. Sobre su hijo, Felipe VI, afirma que admira al rey y piensa en él a menudo porque «el poder de un presidente lleva el ritmo de los mandatos pero un rey es para toda la vida y la responsabilidad del monarca consiste en gestionar la monarquía a lo largo de varias décadas».
Respecto a Barack Obama recuerda que su elección fue una noticia fantástica para las personas de color en un país que hasta los años 80 tenía restaurantes en el sur que no admitían a la gente de color. Al conocerlo vio que era una personalidad más fría de lo que parecía, muy preocupado por su imagen. «Me decepcionó un poco y un poco ya es mucho», afirma.

