La noche del 7 de mayo, el plató de TVE volvió a convertirse en el epicentro del debate político madrileño.
El protagonista inesperado fue Ignacio Aguado, exlíder de Ciudadanos en Madrid y antiguo vicepresidente de la Comunidad, que regresó a la escena pública para reflexionar sobre el declive naranja y, de paso, alimentar el eterno enfrentamiento con Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Lo hizo bajo la batuta de Xabier Fortes, rostro habitual del canal público y no menos polémico por sus supuestos sesgos ideológicos. En política, como en el fútbol, hasta los suplentes pueden ser decisivos… o al menos entretenidos.
El episodio ilustra bien la nueva política-espectáculo española, donde los platós sustituyen al Parlamento y los líderes caídos vuelven como “explicadores” de su propia derrota. Y donde la televisión pública —con sus eternos debates sobre neutralidad— juega un papel clave para marcar agenda e influir en la opinión pública.
Aguado, el regreso del “vicepresidente accidental”
Ignacio Aguado fue durante años el “hombre tranquilo” del centro político madrileño. Encabezó la lista de Ciudadanos en 2015 y fue decisivo para que Cristina Cifuentes (PP) gobernase Madrid. Su papel creció en 2019: tras las elecciones autonómicas, pactó con Ayuso una coalición que se vendió como ejemplo de estabilidad pero que no tardó en resquebrajarse bajo la presión interna y las diferencias estratégicas.
En 2021, tras la moción de censura fallida en Murcia entre Ciudadanos y PSOE, Ayuso rompió la coalición y Aguado salió abruptamente del Gobierno regional, quedando excluido incluso de las listas electorales de su propio partido. Desde entonces, Ciudadanos ha pasado del poder regional a desaparecer del parlamento madrileño. El propio Aguado lo resumía en TVE con ironía: “Nos hicimos el harakiri”.
Ciudadanos: del sueño centrista al harakiri político
La crisis de Ciudadanos es uno de los fenómenos más estudiados —y ridiculizados— de la política reciente. La formación naranja pasó en 2019 a tener representación clave tanto a nivel nacional como autonómico, pero pronto se vio arrastrada por sus propias contradicciones: alianzas cambiantes, liderazgo errático y la incapacidad para diferenciarse del PP o del PSOE según tocara.
Aguado simboliza ese ocaso: fue vicepresidente con Ayuso pero terminó repudiado por su partido. En las últimas elecciones madrileñas, Ciudadanos desapareció por completo del mapa político regional. Ahora, convertidos sus principales figuras en tertulianos o escritores ocasionales —Aguado acaba de publicar “Volando entre halcones”— su peso real es anecdótico.
Xabier Fortes y TVE: ¿neutralidad o trinchera política?
La presencia recurrente de Aguado en TVE, especialmente bajo el paraguas del programa conducido por Xabier Fortes, ha sido vista por sectores conservadores como un intento deliberado de utilizar viejos fantasmas para erosionar a Ayuso y al PP madrileño. No es nuevo: los informativos y debates políticos del ente público han sido históricamente objeto de críticas cruzadas por su presunta falta de imparcialidad —ya fuera bajo gobiernos populares o socialistas— y el clientelismo político que denuncian desde distintos frentes.
En este contexto, Fortes ha sido señalado habitualmente por sus críticos como un presentador alineado con posiciones próximas al PSOE o incluso a Pedro Sánchez; algo que él mismo niega rotundamente. Sin embargo, lo cierto es que TVE sigue siendo un terreno fértil para batallas políticas disfrazadas de análisis periodístico.
El combate Ayuso vs. Sánchez: Madrid como laboratorio nacional
La figura de Isabel Díaz Ayuso sigue siendo el epicentro del terremoto político madrileño. Tras su ruptura con Ciudadanos y su consolidación como líder indiscutida del PP regional, Ayuso ha convertido cada intervención mediática —sea desde la Asamblea o desde los micrófonos— en una batalla contra Moncloa y Pedro Sánchez. Su estilo directo, sus eslóganes virales y su capacidad para polarizar son ya marca registrada.
Mientras tanto, desde el PSOE se acusa a Ayuso de crispar innecesariamente el ambiente político; desde Vox se le reprocha tibieza según convenga; y desde los medios progresistas se insiste en señalar presuntos tratos de favor o escándalos varios —la última controversia judicial sobre su vivienda ha vuelto a ocupar titulares recientes.
El papelón mediático: ¿Quién utiliza a quién?
La escena política española parece vivir atrapada en un bucle tragicómico donde antiguos dirigentes sin peso real son reciclados por la televisión pública para reavivar viejos debates. Que Aguado vuelva al plató justo cuando arrecia la campaña contra Ayuso no es casualidad; tampoco lo es que Fortes le ceda minutos para ajustar cuentas pendientes.
Lo curioso es que quienes intentan usar estos debates para debilitar a Ayuso suelen salir reforzando su relato victimista ante “el aparato mediático progre”, mientras que quienes buscan rehabilitar figuras caídas acaban confirmando su irrelevancia actual.
Curiosidades y datos llamativos
- Ignacio Aguado llegó a liderar Ciudadanos Madrid con solo 28 votos internos; pocos políticos han pasado tan rápido del despacho oficial al ostracismo mediático.
- El pacto entre Aguado y Ayuso fue presentado como símbolo de estabilidad… hasta que duró menos que algunas series turcas.
- TVE mantiene seis canales de televisión públicos y cinco radios nacionales; cada uno sirve ocasionalmente como campo de batalla ideológica según quién tenga el mando.
- Mientras tanto, Ciudadanos sigue sin representación ni peso real en Madrid ni en Cataluña… pero mantiene presencia regular en tertulias políticas.
- La última aparición mediática relevante de Aguado ha sido para reconocer abiertamente el “harakiri” electoral naranja; al menos sentido del humor no le falta.
Así va la política madrileña: entre platós, egos heridos y una audiencia cada vez más atónita ante tanto giro inesperado.