EL PROGRAMA ESTRELLA DE LASEXTA NO SE CORTA CON EL PARTIDO DE FERRAZ

Ferreras convierte los rótulos de ‘Al Rojo Vivo’ en un festival de zascas contra el PSOE: “Una década mangando, pero nadie lo sabía”

El periodista sacude a los socialistas con sus rótulos punzantes tras las nuevas revelaciones sobre la trama Koldo y el papel de Ábalos, Cerdán y Sánchez

Ferreras convierte los rótulos de 'Al Rojo Vivo' en un festival de zascas contra el PSOE: “Una década mangando, pero nadie lo sabía”

El directo de Al Rojo Vivo se ha convertido estos días en una montaña rusa informativa y, también, en una suerte de club de la comedia involuntaria.

Antonio García Ferreras, conocido por su estilo incisivo, ha decidido dar rienda suelta a la ironía en los rótulos del programa: “Cerdos, machistas y puteros, pero nadie lo sabía”. No es un chiste privado; es la crónica descarnada de cómo la política española —y en especial el PSOE— está gestionando una de sus mayores tormentas mediáticas recientes.

La trama Koldo ya no es solo una mancha: se ha convertido en un lodazal que salpica a figuras clave del sanchismo. El escándalo ha arrastrado a José Luis Ábalos, Santos Cerdán y, aunque más indirectamente, al propio Pedro Sánchez. Las grabaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) han puesto voz y rostro a prácticas inconfesables —el intercambio de favores, las conversaciones sobre mujeres y fiestas— que los rótulos de Ferreras han resumido con un sarcasmo demoledor.

La política bajo el foco televisivo

La televisión ha sido testigo y parte activa del escándalo. Mientras Pedro Sánchez intentaba poner distancia con una respuesta “muy simple” —según Ferreras— a la dimisión forzosa de Santos Cerdán, el presentador optaba por subir el volumen crítico. “Sánchez lo siente mucho mucho, pero no se va”, rezaba otro rótulo afilado. El mensaje es claro: el cortafuegos no funciona si solo se sacrifica a un peón cuando todo el tablero arde.

La destitución de Cerdán ha dejado al PSOE sin uno de sus principales escuderos, pero también sin aforamiento. El Supremo ya investiga presuntos delitos de cohecho y organización criminal. Pero Ferreras va más allá: “Una década mangando, pero nadie lo sabía”, ironiza sobre la supuesta ignorancia del partido ante los tejemanejes internos.

Rótulos como termómetro político

Los rótulos se han convertido en titulares improvisados que resumen la indignación ciudadana. En vez del clásico lenguaje político aséptico (“dimisión”, “crisis”, “regeneración”), Ferreras opta por lo explícito: “La cabeza de Cerdán, auditoría externa y chimpún”. El humor negro y la ironía agria sirven aquí para subrayar el hartazgo ante las explicaciones oficiales.

Y es que el propio Ferreras no ahorra dardos hacia los socios parlamentarios del Gobierno: “Mucho larale y poco lerele: los socios tragan”, decía mientras analizaba cómo IU o Sumar intentan desvincular al Ejecutivo de la corrupción interna del PSOE. Una estrategia comunicativa que mezcla espectáculo televisivo con análisis político sin perder ese punto mordaz tan característico.

Ábalos, Cerdán y Koldo: una relación tejida en los despachos socialistas

Las investigaciones han revelado cómo Santos Cerdán y José Luis Ábalos facilitaron el salto profesional de Koldo García desde Navarra hasta Madrid. La UCO detalla cómo ambos gestionaron su contratación como conductor y asesor dentro del PSOE y posteriormente en el Ministerio de Fomento. El ascenso meteórico de Koldo —“portero de puticlub” según algunos extractos policiales— ilustra una red clientelar donde los favores personales pesaban más que los méritos.

En este contexto, los mensajes entre Ábalos y Koldo —donde se habla abiertamente de fiestas privadas con mujeres— han escandalizado incluso a quienes creían haberlo visto todo en política. El resultado es una erosión profunda en la imagen pública del partido, difícilmente reversible solo con dimisiones o auditorías externas.

Pedro Sánchez: entre la negación y el cortafuegos

El presidente Sánchez ha intentado zafarse del escándalo repitiendo que él “no sabía nada” sobre la catadura moral de algunos colaboradores cercanos. Pero las evidencias acumuladas por la UCO —y amplificadas por los medios— dejan poco espacio para las excusas. La estrategia actual parece ser la clásica: sacrificar al último implicado visible (Cerdán), prometer transparencia futura y esperar que amaine el temporal político.

Sin embargo, la opinión pública percibe cada vez más estos gestos como fuegos artificiales retóricos. Las palabras clave como corrupción, clientelismo o puteros ya no son patrimonio exclusivo de la prensa hostil; forman parte del relato que incluso programas afines como Al Rojo Vivo están impulsando.

Curiosidades y datos para el anecdotario político

  • En las grabaciones policiales citadas por Ferreras se escucha a Koldo García detallando opciones para fiestas privadas con nombres propios y acento caribeño.
  • Santos Cerdán formalizó su dimisión tras hacerse público el informe policial, perdiendo así su aforamiento parlamentario.
  • Los rótulos televisivos han traspasado las fronteras digitales: algunos ya circulan como memes virales entre militantes descontentos.
  • La relación entre Cerdán y Koldo comenzó en Navarra y culminó en Madrid bajo el amparo organizativo del PSOE nacional.
  • A pesar de las tormentas internas, Pedro Sánchez sigue firme al frente del Ejecutivo… al menos por ahora.

Como guinda final, conviene recordar que en estos tiempos turbulentos incluso los rótulos se han convertido en arma arrojadiza. Y si algo ha demostrado Ferreras esta semana es que una frase bien puesta puede hacer más daño —o más justicia— que muchas comisiones parlamentarias.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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