Marc Márquez, campeón del mundo de MotoGP por cuarta vez
Mantiene la sonrisa y la ilusión de aquel Marc Márquez que le pidió una moto a los Reyes Magos. Conserva la agresividad de buscar sus límites más allá de ellos. Demuestra que no se le ha agotado la paciencia acumulada por las cicatrices. Suma inteligencia en cada carrera. Y añade la capacidad