Unidos contra el hambre de los niños.
El bolígrafo del viento embellece
la miseria escondida en garabato
pone los pensamientos del perfume
y atados a tijeras la retiran.
Los olores a mar y a la mojada
tierra de los deseos y la albahaca
y el amor y la vida huele en cada uno
de las guardadas entre las partidas.
Comunes en la lágrima salieron
la velada del salto y del consejo
asida a la escafandra histriónica
que tirando unas ideas contra el suelo
se deshace tristeza y las excusas
de los otros momentos inconformes.
José Pómez