El cierre de los cierres por cerrado.
Fue la perdida inmensa conocida
el perverso reinvento de la suerte
y el misterio ganado revestido
de la bondad lavada y hasta rehecha.
Fue un trazado entre las lindes del sueño
el atrayente tomo sostenía
bajo su peso enorme transparencia
dormida por el hambre y la ignorancia.
Fue donde se inscribieron los apuntes
donde albergaba el límite aplicado
el horizonte incierto la vivienda
de vibraciones ya sin más tormentas.
Pasó el ímpetu al fin y no avanzaba
mas intrigaba el paro sostenido
agazapado como un tigre hambriento
a base de un brebaje hecho de brevas.
José Pómez