¿Y si el color no volviera?
¿A la rima de ventana
de la amiga consejera
mas el sol la iluminara?
¿Y si el color no volviera
sobre el horizonte herido
por la nube ya dormida
en sábanas de las letras?
Desde una cocina estrena
las bondades de la calma
orbitando la serena
amistad de los encuentros.
¿Y si el color no volviera
mañana ni nunca más
a la orilla de la playa
empapada de naranjas?
¿Y si el color no volviera
a invadir azar de nuevo
en la isla de los cantores
y en la montaña salada?
¿Y si el color no volviera
a presentar tu dulzura
en esa vaguada espejo
flotando sobre la mar?
¿Y si el color no volviera
como se esfuerzan las fuentes
por no agotarse en la linde
de la reguera que acierta?
Por una fotografía
enviada entre dos amigas
se prendieron otras luces
sobre el blanco y sobre el negro.
José Pómez