Para que todos vivan.
Para que todos vivan
la palabra se ofrece
no hacen falta ofrendas
la esquina está encalada
y la calle soleada.
Solo dentro de ti
se encuentran las respuestas
nada se pierde escribe
que el día viene rápido
en la ciudad del té.
Con el recuerdo limpio
de todas la batallas
desiguales o idénticas
se caza la memoria
del más perverso equino.
La campaña edredón
requiere de dos viajes
uno corto eclipsado
y el otro algo más largo
mirándote a los ojos.
En pocas avenidas
se dejan ver errores
los luceros saludan
agitando su guiño
al ritmo de tus pasos.
Puedo elegir un sitio
para esperar la aurora
libre de las corazas
del tiempo atenazante
y puedo publicarlo.
Como un sueño ya nuestro
lo hablan los jardines
el idioma infinito
que tú y yo enseñamos
sin darnos cuenta apenas.
Sucede junto a ti
si se une y no se sueltan
una a una pinturas
con caricia menuda
la luz se toca a veces.
José Pómez