Por supuesto oxidación
a solas el que te quiere
en el momento apropiado
comienzan todos los días
validando remolinos
con palillería alada
en la calle de los vientos
y justo sobre el poniente.
Mastica con valentía
los fríos de la escalera
sin retroceso prospera
en el cielo retomado
festejando la certeza
de las manos ayudantes
y desprovisto de ensayos
se va alegrando hasta el aire.
Venciendo dos o tres retos
convencidos se protegen
en miradas muy cuidadas
con manojos instalados
en vaporosas ventanas
heridas de temporales
y con el paso del tiempo
de deseos congregados.
Descubren en lo escondido
traba atada perseguida
en el giro controlado
recargado y en volandas
aflorando los respetos
de la lenta aceptación
cuando se falsea el credo
cuando se alcanzan las riendas.
José Pómez