Tres vértices dos vértices un vértice
la bienvenida alada halla el motor
el último reguero de los poemas
la palabra trabaja para el bien
y realiza las obras incontables
como esos viajes nuestros inconclusos
corazón de camelia no te duermas
todavía te queda una noticia
por recibir la vida te la debe
aún falta jugar medio partido
concurre con la buena suerte escrita
en la pequeña escarcha de los sueños
la tarde alimentada con manzanas
acaricia tus ojos saturados
en el temporal bronco de los tiempos
y en el cielo redondo de las ocas.
José Pómez