La sinceridad del lucero
conversa a favor del apego.
¿Qué ser afirma la voz que oye
de otro sello contado a medias?
Crea al volver y crea al ir
mirándote y de espaldas siempre
contando y en silencio tu astro
modulado infinita amada.
Una idea interroga amparo
herida daño sueño escrito
desde las nubes propias de ambos
con la alegría vuelta al mar.
A decir pensamiento en verso
te invito a pasear el monte
el puerto y la flor de la vida
y a llevar todo el viento al cielo.
Liviana y concentrada el alma
increpa piedra algo escudada
en la justicia inquieta hervida
como cualquier oficio aurora.
El tacto imprescindible acoge
y resuelve blancura cómica
de esa ligera farsa a pie
de un merendero a los detalles.
José Pómez