Casi es la fórmula exacta.
Para cimentar paciencia
se sobrescriben las voces
los inocentes lo sufren
vienen los rostros de piedra.
Y con su apariencia bella
afligen el tiempo muerto
las aventuras de niebla
viven obras silenciadas.
Sin efectos explicados
solo la perseverancia
de las flores pasajeras
consiguen el calendario.
Disipado en la frontera
el instante que adormece
desolación impartida
donde las prisas te llevan.
José Pómez