Yo quería quedarme dibujando
tu vida en cada rostro de tus hijos
puedo mirarte cara a cara siempre
para después poder decirte mola
te veo en cada trazo y en cada verso
Te explico lo que puedo y reconozco
algunos desaciertos en el medio
justo entre la madera y los cerezos
dos letras que imaginan van tan próximas
a lluvia de tu calle presentida.
Cada vez que anochece en esas flores
comprendo los limones reflotados
yo quería quedarme dibujando
tu vida en cada rostro de tus hijos
ver tu sonrisa en ellos de continuo.
Permanente inmaduro de paseo
sin saber cómo hacerlo amo la mar
que tú miras de cerca entusiasmada
y después de arreglada en el latido
te reinterpreto doce sueños nuevos.
José Pómez