La suerte se despierta con el viento
recostada en la yerba de la grietas
como si fuese la hoja primeriza
la más alta y la más blanda y más tenue
regresa de puntillas entre púas.
Pasaron y crecieron los chupones
junto a viga elevada hasta la nubes
debido al imperante resoplido
el roce que fue eterno dibujó
la esperanza doblada sobre el blanco.
Si la traición presente se probara
la música tendría nueva letra
y el sentimiento pulcro en plenitud
del tren a toda máquina del tiempo
viajaría de nuevo a la verdad.
José Pómez