La obligación no escapa del paisaje
¿qué es lo que recuerdas de los besos
del tambor de palabra y sus caricias?
¿y del claro apartado verdiblanco
de la alfombra primera de tus sueños?
Por ventura concreta del azar
¿se obliga acaso a la brisa a aumentar
su fuerza invertebrada entre las hojas?
¿se suprimen galaxias obligadas
tejidas por araña encarcelada?
Del encuentro perfecto compartimos
todo el aire y la arena de este mundo
será posible no lo dudes viene
un amanecer nuevo como siento
la ciudad de las cien mil margaritas.
José Pómez