La altura de la cuna ofrece un secreto
al principio de la aventura emprendida
con lo que sucedió sin explicación
vagando por los suelos supervisados.
El trabajo preñado de obra transforma
la lucha de los vientos que confrontados
finalmente se encuentran tan abrazados
la pérdida lumínica se acelera.
Consciente de la llama principal móvil
la lidia más sensible se enciende sola
similar a las dos leyendas de espera
y afortunadamente como el remedio.
Aparece aplastado oculto a los ojos
como escondido para planes futuros
extraviado en la pesca de los atunes
el bien que se aproxima vara en la playa.
José Pómez