Sí quiero ir a tocar tu biografía
como nadie la ha tocado nunca
entre un clima de sol y de palabras
ante un paisaje oculto por palmeras.
Quizá para mentar sea conveniente
primero escribir sobre esas torres
no de acerca ni de ellas sino al filo
encima de ellas todas y cada una.
Sólo así podré dar lo que me diste
las sílabas soleadas de azoteas
abiertas en la noche por un duende
ingrávido travieso e inocente.
Sin ellas se descubren actuaciones
del día en madrugada y entre besos
convencidos y sin ningún chantaje
se vencen las tristezas conjugadas.
La suma de los días con palotes
y las horas de más entre paréntesis
como los pensamientos en esa hora
más o menos sin voz en la ventana.
Va del silencio al cuento y a la trama
inicial de la historia no añadida
recorre todas las calles recita
pelantrín sus palabras en desuso.
José
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