Ya sólo faltan treinta y tres minutos
de algo tan novedoso que no existe
más consistente es un sueño que el tiempo
si sueñas que se fuga se conspira
si percibes el trueno se señala.
Los dispersos arreglos de este claro
representan costuras de cristales
a lo largo de un cuarzo e hilvanado
por una madre que es el infinito
sin las oscilaciones suspendidas.
Intuir una materia que perciba
un seno de existencia y una proa
esencial en el sólido aparato
de las frescas verduras intangibles
y los suspiros largos perceptibles.
Con la elusiva escala sube y baja
el lenguaje tardío constelado
en percepción de algunos escombros
orbitando estructura en cuello largo
para empezar de nuevo la melaza.
José
http://pomez.es