En el modo salvaje los abrazos
traen la paz para aquellos matorrales
arrancados por los vientos durísimos .
Y en el estado bárbaro las musas
que abren los ríos al futuro siembran
los sentimientos duros y alistados.
La destreza peinada se hace fuente
los desayunos llegan separados
y la tarea nace defendida.
Como los pececillos son de plata
la ola es inferior cuando los refleja
y parecen trocitos de un espejo.
Ya no viven por desgracia muy cierta
sus antorchas de fuego se apagaron
pero aún continúan deslumbrando.
Sus destellos brillantes llegarán
al infinito pese a contratiempo
de algas acumuladas y sus muertes.
José
http://pomez.es