Pormenoriza el arte
que el deber acompaña
y reelegido al fin
ya va entre los que suben.
Sentir el salto agranda
el frío del descanso
angular de los pesos
salados por el sol.
El ojo que lo mira
descubre una ventana
donde se esconde mi alma
repleta de alegría.
Pormenoriza el grito
era cuestión de tiempo
el pensamiento exacto
sueña con el mutismo.
Insistir con el arte
que maneja la lluvia
aplaca a las ortigas
como un sólido implante.
Nunca sobran los pasos
el amor ni el destino
de etapa palpitante
eventual y confiada.
José Pómez
http://pomez.eu