La compañía ampara día de azar y vida
en la esquina del alma mejillones y olivas
e invita lo promete y anima con ejemplo
soñar y realizar lo soñado al instante
extraña desmesura que invade lo lejano.
Y con claridad nueva en el valle del espíritu
a la tercera noche de no elevarse en vuelo
faltó a la casual cita ya no estaba en la acera
su pecho fusionado con el gris de la vida
dejó un silencio amable en la cuna de la mar.
José Pómez
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