Jordi Jaumà (Periodista Digital).-Carmen Montón Giménez, «con G» (Burjasot, Valencia. 1976) es transparente. Tiene esa capacidad innata de sorprenderse por las cosas permanentemente. Al rato de comenzar nuestra conversación, suena el monótono timbre que avisa de las votaciones en el pleno del Congreso. Una riada de diputados se agolpa ante los ascensores y se dirigen a su escaño.
“¿Seguimos luego?”, pregunta, mientras espontáneamente extiende la palma de su pequeña mano y dice “apúntame tu teléfono aquí, en la mano, te llamo”.
Baja, vota desde su escaño y seguimos con nuestra conversación tomando un te con hielo en la cafetería del Congreso. Está en política porque lo trae aprendido de casa. Su madre trabaja en un hospital, su padre es maestro. Entró en las Juventudes Socialistas con 16 años: “Siempre he tenido un espíritu participativo, me gusta hacer cosas”, recalca, “además en las JJSS no es como en otros partidos, cuando tu te afilias no lo haces también al PSOE, sólo a las JJSS».
Ha dejado temporalmente los estudios de medicina para dedicarse a lo que más le gusta, la política: “Desde que recuerdo siempre quise estudiar medicina, creo que la medicina intenta arreglar las pequeñas cosas y la política las grandes”.
Es la diputada del congreso a quien Alfredo Pérez Rubalcaba pide consejo cuando tiene que tratar los temas relacionados con el Colectivo de Gays, Lesbianas y Transexuales un área en la que ha trabajado junto a Pedro Zerolo, Secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del PSOE.
De otros diputados valencianos de su grupo no tiene más que buenas palabras:”Con Carlos, salimos a correr casi todos los miércoles por el parque del Retiro de Madrid, lo que pasa es que él es mucho mejor que yo.” Respecto a Carmen Alborch directamente se declara fan suya: “Carmen es incombustible, compartimos campaña electoral y es estupenda”.
Su estancia en Madrid no le deja tiempo para hacer muchas cosas. Vive en una “solución habitacional” de 50 metros cuadrados en el barrio del Congreso de los Diputados y como el resto de representantes foráneos se pasa el día viajando:”El aeropuerting es duro”, indica, mientras sorbe su té helado.
Su última lectura es un retrato histórico sobre la transición desde la óptica de los gays y las lesbianas: “El látigo y la pluma” de Fernando Olmeda– un título que recomienda-. Entre sus aficiones está la de ir al rastro, lo último que se ha comprado ha sido un poemario de José Martí, “Si hombre, del poeta que cantaban aquello de» tararea:»Yo soy un hombre sincero, de donde viene la palma…»
Su última frase la retrata: “Procuro que lo que hago me guste. Para mi la política es algo personal, me lo tomo muy a pecho”.
