Daniel Forcada (Periodista Digital).- Era el mensaje que Rodríguez Ibarra tenía previsto dar en la última Conferencia de Presidentes, pero su “accidente bascular”, como el mismo lo ha calificado, se lo impidió. En el día de su cumpleaños, el presidente de la Junta de Extremadura por fin ha conseguido hacerse oír para oponerse frontalmente a la actual reforma del Estatuto de Cataluña.
Un mensaje de calma y una petición de “patriotismo” para exigir a su partido y a la oposición que paren las reformas estatutarias porque “no existen prisas, ni agobios, pues no hay nadie que nos amenace ni que esté dispuesto a dar un golpe”.
Tomarse tiempo y reflexionar para no dar a luz un Estatuto que sea una “operación política nefasta” que no beneficie a nadie. Y para que la respuesta que se obtenga “sea por un sentido de patriotismo constitucional y no para engordar nuestro rédito electoral”.
“No beneficia al PSOE, porque parecerá que es un partido que gobierna chantajeado. No beneficia al cuatripartito porque porque las diferencias entre lo que presentaron y lo que se apruebe serán muy grandes y no habrá valido la pena todo el desgaste que para la imagen de Cataluña ha tenido. Y no beneficiará al PP porque se queda solo y sin poder dar marcha atrás porque si ganan las elecciones no tendrán fuerza moral para derogarlo”.
Como siempre, sus palabras no han dejado indiferente a nadie. Ya lo ha dejado claro: “Estoy en un partido para, desde él, solucionar los problemas de España, no para defender los intereses partidistas”. Y en ese intento de solucionar los problemas del país, Ibarra ha pedido, ante cuatro ministros y el número dos del PSOE, Pepe Blanco, que el PP y PSOE lleguen a un consenso.
“Algunos compañeros míos me dirán que no es posible porque la dirección del PP no está dispuesta. Es cierto. Pero, el igual, que hay gente que me pide que presione a mi partido, pido desde aquí que se presione a la dirección del PP a que abandone su inmovilismo. PSOE y PP deben garantizar los pasos que estamos dispuestos a dar. Pasos que no llevan a la ruptura, ni a la desvertebración, sino a un nuevo reparto de poder”.
La solución, según Rodríguez Ibarra, es que Zapatero y Rajoy retrocedan un año y un día en el tiempo al día en el que se reunieron por última vez en La Moncloa. Que se establezca un consenso sobre cuales son las materias indelegables por parte del Estado para, a partir de ahí, “ir estatuto por estatuto sabiendo qué es lo que rompe o no la unidad de España. Ésa es la voluntad del Gobierno, pero no de los que quieren aprovechar la coyuntura para llegar a otro lugar”, ha dicho Ibarra.
