La Reina Isabel II podría sentarse en el banquillo por la muerte de Lady Di

(Agencias / PD).- La Reina Isabel II podría sentarse en el banquillo como testigo si prospera la solicitud de los abogados de Mohamed Al Fayed, que pretenden que explique ante el juez una conversación mantenida con una persona cuya identidad no ha sido revelada y que versaría sobre la muerte de la Diana de Gales y su pareja Dodi Al Fayed en accidente de tráfico. La propuesta, por lo que acarrearía interrogar la Jefa de Estado, no ha sentado bien entre algunas voces de la Justicia involucradas en la fase instructora del caso.

Ya han pasado casi siete años desde que Diana de Gales falleciese en un tunel parisino junto a su pareja Dodi Al Fayed y el chófer Henri Paul. Sin embargo, desde que se produjese el accidente, Mohamed Al Fayed, padre de una de las víctimas y archimillonario propietario de negocios como los almacenes Harrods o el hotel Ritz ha mantenido que tras la muerte se esconde una conspiración que incluso implicaría a miembros de la monarquía.

Ahora, los abogados de su parte reclaman que se interroge a la Reina Isabel II acerca de una conversación mantenida con otra persona sobre la muerte de Lady Di y recogida en las investigaciones policiales hechas públicas el pasado diciembre. El letrado Michael Mansfield, no obstante, no quiso revelar el nombre del interlocutor de la Reina. Sí negó que se tratase del mayordomo Paul Butler, que alcanzó cotas de protagonismo en su momento a cuenta de relatar los entresijos que conocía de la vida palaciega y de los protagonistas del culebrón.

«PROBLEMA CONSTITUCIONAL»

Sentar a toda una Jefa de Estado en el banquillo no sólo no es habitual, sino que puede acarrear algunos problemas jurídicos. Por ello, la juez retirada Elizabeth Butler-Solss se refirió a que esta posibilidad ya se había barajado y descartado en su momento. La magistrada dirigió la última vista del caso antes de dimitir y subraya, más que lo «apropiado o no de la situación», «la importancia de pisar con mucho cuidado en una situación que supone un problema constitucional».

Butler-Sloss se retiró del caso después de que se decidiese que un jurado popular valoraría el proceso, alegando a su inexperiencia en este tipo de juicios. No obstante, la juez recordó que las 11.000 páginas de la instrucción se remitieron a todas las partes implicadas y en ellas constan los puntos a tener en cuenta, acusando a los equipos legales de enviar informes «inútiles y falsos» con la única intención de alentar falsas tramas.

Las próximas sesiones correrán a cargo de Lord Scott Baker, que retomará las vistas a mediados del próximo mes de junio para tratar de esclarecer una historia que, si bien está dando para más de una película, involucra a dos de las familias más poderosas del Reino Unido a cuenta de si el Mercedes se estrelló en París por pura casualidad o como consecuencia de una mano negra.

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