Roca se ratifica en que le tocó 80 veces la lotería

(Agencias / PD).- La mujer y la hija del presunto cerebro de la trama de corrupción en el Ayuntamiento de Marbella (Málaga), Juan Antonio Roca, se embolsaron 646.033 euros a través de cinco premios de lotería obtenidos en «tan sólo» seis meses, según los investigadores. El instructor del caso ‘Malaya’, Miguel Ángel Torres, concluye que resulta «absolutamente improbable y contrario a las más elementales normas de la lógica» que una persona sea agraciada con tantos premios y en tantos lugares de España. Roca declaró el pasado 19 de marzo ante el juez que en los últimos 15 años le habían tocado unos 50 premios de juegos de azar y 80 en toda su vida.

Así, la Policía explica que Roca «empleó a su propia familia para realizar operaciones de blanqueo», de forma que a través de loterías y juegos de azar «enmascaró» la presunta procedencia ilícita del dinero. El informe policial, incluido en la parte del sumario no declarada secreta desde ayer, concreta que los familiares fueron agraciados con lotería nacional, cupones de la ONCE, quiniela y bonoloto «todo ello en seis meses escasos».

Los premios se ingresaron entre marzo y octubre de 2005 en cuentas a nombre de Rosa María Jimeno y María Roca Jimeno, esposa e hija, respectivamente del ex asesor de Urbanismo, imputadas ambas por un delito de blanqueo. La esposa señaló en su declaración en el juzgado que sabía que le había tocado a su marido varios premios, pero que desconocía por qué ingresaba el dinero en su cuenta y si había comprado cupones premiados; mientras que la hija dijo no saber nada de la cuenta ni de los premios, porque ella no juega.

Asimismo, tanto la Policía como el instructor destacan el papel del cuñado del ex asesor de Urbanismo, Antonio Jimeno, director de la sucursal en la que estaban las cuentas, en Los Alcázares; y que tenía «una bolsa de premios y premiados» a disposición de Roca. Es más, en una conversación entre ambos, el hermano de la mujer le dice que tiene «180.000 de la ONCE al 15%».

Tanto en su declaración como en la auditoría realizada por el banco, que lo despidió tras estos cobros por ser sujeto obligado a denunciar operaciones sospechosas de blanqueo, éste apuntó que era su cuñado el que le entregaba los boletos premiados y el que le decía que ingresara el dinero en las cuentas de su familia. Aunque al principio negó haberle facilitado cupones premiados, al escuchar la conversación admitió que «era la primera vez» que le ofrecía a su cuñado esta operación, que no se llegó a realizar.

La cuarta persona detenida al mismo tiempo fue Karin Marika Mattsson, persona de confianza de Roca, que para la Policía «adquiría los décimos premiados y los ingresaba». Ésta declaró que desconocía lo relativo a los premios, pero que creía recordar que una vez alguien, aunque no sabe quién, le entregó una bolsa de plástico para que se la diera al cuñado de Roca.

Por último, los investigadores precisan que «se puede establecer una conexión directa» entre las presuntas aportaciones de los promotores y constructores por operaciones presuntamente ilegales, reflejadas en la contabilidad de Roca y siendo por tanto «fondos ilícitos» con «el lavado posterior de esos fondos y su introducción en el circuito económico legal a través de la adquisición, previo pago del porcentaje correspondiente, de lotería y premios en juegos de azar».

Declaración de Roca al juez

«En los últimos 15 años me han tocado aproximadamente 50 premios de juegos de azar, como la lotería, la Bonoloto o el cupón de la Once. Y en toda mi vida me habrán tocado unas 80 veces premios importantes. Jamás he comprado ningún boleto premiado previamente, siempre los he comprado antes del sorteo».

Así se expresaba Juan Antonio Roca ante el juez Torres el pasado 19 de marzo, cuando el magistrado le citó a declarar después de haber detenido a su mujer, Rosa Jimeno, y su hija, María Roca, por supuesto blanqueo de capitales mediante billetes de lotería.

Entre marzo y septiembre de 2005, a estas dos parientes de Roca les tocó dos veces el primer premio de la Lotería Nacional -una de ellas con la fracción y la serie-, una vez la Bonoloto, otra vez dos cupones de la Once y una más acertaron todos los resultados de la Quiniela.

Los investigadores tuvieron el detalle de calcular para el juez Torres la probabilidad de que una persona sea agraciada tantas veces con estos premios: una entre 43 cuatrillones.Roca reconoció ante el juez que alguna vez le habían ofrecido billetes de lotería premiados, pero que «nunca» había aceptado tales propuestas.

La declaración de Roca se vio rápidamente desmentida por una conversación telefónica grabada por los investigadores entre éste y su cuñado Antonio Jimeno, director de una sucursal de La Caixa en Los Alcázares (Murcia) y despedido por no informar al Banco de España del supuesto blanqueo a través de los billetes de lotería.

Antonio (A.): Oye, decirte que tengo 180.000 [euros] de la Once al 15% [recargo del vendedor del cupón premiado]

Roca (R.): 180. Ah, muy bien, perfecto.A. ¿Qué hago?R. Te digo yo luego, ¿vale?Antonio Jimeno fue también arrestado junto a Marika Mattson, la empleada de confianza de Roca. La esposa del supuesto cerebro de la trama marbellí tampoco aclaró demasiado: «Mi marido siempre está comprando boletos de lotería en todas partes, siempre ha sido así, incluso de soltero».

En una nota al pie de su informe, los agentes de blanqueo recuerdan que el método de la lotería no es nuevo: «En febrero de 2003, se pudo sentenciar por blanqueo al [narcotraficante] Manuel Charlín Gama, ya que se pudo acreditar que la suerte del clan de los Charlines con la lotería se debía a que habían comprado tres premios gordos de la Lotería Nacional, uno de la Loto y un gordo del cupón de la Once».

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