(PD/Agencias).- Está encarcelado en Filipinas desde hace nueve años por un caso de asesinato. El prisionero y su familia siempre han mantenido su inocencia. Numerosos organismos e instituciones llevan años pidiendo un juicio justo.
Los Gobiernos de España y Filipinas han firmado un acuerdo sobre personas condenadas que permitirá al español Francisco Larrañaga ser trasladado desde el país asiático para cumplir su condena en una cárcel española.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y el embajador de Filipinas en España, Joseph Bernardo, han sido los encargados de rubricar el tratado durante un acto celebrado en la sede del Ministerio.
De cumplirse los plazos estimados, Larrañaga podría ser trasladado a España a finales del presente año o a principios de 2008.
Larrañaga lleva nueve años encarcelado, casi tres de ellos en el corredor de la muerte. Fue condenado el 5 de mayo de 1999 a cadena perpetua por un tribunal de primera instancia de Cebú acusado de rapto, violación y asesinato de las hermanas Marijoy y Jacqueline Chiang. Recurrió ante el Tribunal Supremo y fue condenado a pena de muerte el 3 de febrero de 2004.
Paco siempre ha asegurado que, el 16 de julio de 1997, fecha en la que ocurrieron los crímenes, se encontraba a 300 kilómetros de distancia haciendo exámenes y visitando a sus amigos. Al menos 35 personas respaldan su coartada, pero sus testimonios fueron excluidos del juicio.
Este joven ha seguido -durante todo este tiempo- negando haber cometido el crimen. Desde hace años, ha contado con el apoyo y el trabajo constante de numerosos organismos e instituciones que consideran que no tuvo un juicio justo.
El joven hispano-filipino salió del corredor de la muerte el pasado mes de octubre porque la pena capital en Filipinas fue abolida en junio de 2006.
Otro preso español
En su primera entrevista tras serle conmutada la sentencia, Larrañaga seguía pidiendo un juicio justo. «Lo que quiero es un juicio justo, no me importaría estar aquí un año más si supiera que me iban a juzgar de nuevo. Así saldría la verdad a la luz», aseguraba.
La entrada en vigor del tratado firmado exige la ratificación de las Cortes Generales y del Senado filipino.
La presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, tiene previsto visitar España a principios del próximo mes de diciembre y podría ser la ocasión para anunciar el traslado de Larrañaga.
Macapagal Arroyo ya estuvo en España el pasado mes de junio, viaje que sirvió para impulsar la firma del tratado.
Además de Larrañaga, hay otro preso español cumpliendo condena en Filipinas por tráfico de drogas que se podría beneficiar de este acuerdo, informaron fuentes de Exteriores.
Cooperación con el país asiático
En España, hay ocho filipinos en la cárcel, en su mayoría por narcotráfico, aunque el que tiene una condena mayor -alrededor de cinco años- es por estar involucrado en un homicidio, según fuentes de la Embajada de Filipinas.
Moratinos ha expresado su confianza en que la firma de este convenio facilite la situación de Larrañaga y su regreso a España.
Para el ministro, este tratado refleja la «confianza mutua» en las sociedades e instituciones de España y Filipinas y responde a «la madurez, independencia y fiabilidad» de sus respectivos sistemas judiciales.
Se ha felicitado por el «excelente nivel de diálogo político» entre ambos países y manifestó la voluntad del Gobierno de fortalecer la cooperación con el país asiático, que fue colonia española hasta 1898.
El embajador filipino convino en que este acuerdo amplía los vínculos de «amistad y hermandad» y pone de relieve el compromiso de Filipinas con la democracia y los derechos humanos.
