El trago más amargo del socialista Puras

El trago más amargo del socialista Puras


Juan C. Osta (Periodista Digital).- Puras se va, porque sólo cabe «acatar o autoexcluirse». Ésta fue la disyuntiva que invocó ayer el frcasado candidato socialista a la presidencia del Gobierno foral, Fernando Puras, al anunciar su dimisión con emoción contenida. Puras, hasta ahora líder parlamentario, renuncia a su escaño y vuelve a su actividad profesional como abogado.

El disparatado proceso de pactos en el que ha estado metido el Partido Socialista en Navarra se ha cobrado, como era lógico, la cabeza de su candidato a la presidencia del Gobierno foral. Aunque le ha faltado capacidad para gestionar una situación tan compleja, el dimitido Fernando Puras sólo tiene una parte de la culpa en el vodevil interpretado por el PSN y en la crisis galopante que vive ahora el partido.

Hay crisis, y muy seria, en el seno del socialismo navarro. Cosa lógica, sin duda, porque el PSN había acordado gobernar en coalición con NaBai e Izquierda Unida y ahora tiene que dar marcha atrás ante las exigencias de La Moncloa, transmitidas a través de su «larga mano» en el partido, José Blanco.

La irritación es natural, no ya sólo por la necesidad de «tocar» poder después de muchos años en la oposición, sino porque en el fondo estaban haciendo lo que Zapatero planteó desde el comienzo mismo de su mandato presidencial.

Aquí reside la clave del asunto. El PSOE lleva años tratando de alcanzar un acuerdo de fondo con nacionalistas y radicales de todo tipo para relegar al PP a los márgenes del sistema.

Romper el bloque constitucionalista en el País Vasco y desplazar a los foralistas del Gobierno de Navarra eran -y siguen siendo pese a la coyuntura- dos objetivos clave de la disparatada pero calcula estrategia de Zapatero para seguir en La Moncloa.

El PSN, siguiendo el manual, pretendía cumplir su parte en un programa que venía trazado desde fuera. Por la mínima, las urnas permitían un gobierno multipartido que pondría fin a la larga hegemonía de UPN.

Cuando todo estaba preparado para ejecutar la última fase del plan, llegan las órdenes contradictorias, que sólo pueden explicarse por la proximidad de las elecciones generales.

El nuevo enfoque del PSOE pasa por diseñar una imagen de aparente «españolidad» que tiene sumidos en el desconcierto a todos los que contribuyeron a trazar el camino en el sentido opuesto. Las promesas de futuro significan muy poco en política.

Ni el PSN ni los nacionalistas vascos están dispuestos a escuchar cantos de sirena de cara al hipotético supuesto de que Zapatero vuelva a triunfar en las urnas. Lo único claro es que han rozado con los dedos el poder político en Navarra (con algunas importantes derivaciones económicas, como es el caso de la Caja de Ahorros) y al final se han quedado con las ganas.

Por eso Puras se tenía que marchar y no sería extraño que en los próximos tiempos hubiera otrs «fugas» en el resto del equipo directivo. Todos ellos han sido, al tiempo, ejecutores y rehenes de una política que atiende a consideraciones coyunturales y oportunistas.

¿ESCISIÓN EN EL SOCIALISMO NAVARR0?

Puras admitió en su despedida que si en el futuro el PSOE no atiende a las bases y respeta la autonomía de sus decisiones, existe el riesgo de que el actual «desajuste» acabe provocando incluso una escisión en el partido. Zapatero es el primero que ha dado alas a las aspiraciones del PSN al haber consentido que otras federaciones socialistas alcanzaran acuerdos de gobierno con nacionalistas radicales, incluso independentistas, como en los casos de Cataluña, Baleares y Galicia.

Aunque hoy por hoy la mayoría del PSN ha decidido acatar la decisión de la dirección federal, no se descarta que pueda haber alguna dimisión más entre los parlamentarios. Ahora será el secretario general del PSN, Carlos Chivite -en su día desautorizado por Blanco para ceder el protagonismo a Puras-, quien tenga que hacerse cargo de la situación, y no es aventurado pensar que todo desemboque en un congreso extraordinario, ya que los críticos también exigen su dimisión.

MIGUEL SANZ VUELVE A LA CARGA

Tal como están las cosas ahora, parece inevitable que Miguel Sanz sea renovado este sábado -con la abstención de los socialistas, el voto en contra de Nafarroa Bai y el apoyo de UPN- como presidente navarro.

La incógnita es si UPN optará por capear el temporal los cuatro años de legislatura o ante la permanente amenaza de una moción de censura, decidirá convocar elecciones mucho antes -previsiblemente coindidiendo con las generales- para aprovechar el hundimiento del PSN y lograr la mayoría absolta, d ela que sólo esta a dos escaños.

Tal y como se suponía, la iniciativa de la dirección federal del PSOE de no permitir un acuerdo de gobierno con Nafarroa Bai, pese a estar ajustada al reglamento, va a tener un coste político.

En realidad, ésa ha sido su única decisión acertada tras haber fracasado primero con la elección de Puras como cabeza de lista -con quien el PSN ha pasado a ser la tercera fuerza en Navarra- y después con la pésima gestión realizada desde el 27-M para la búsqueda de posibles pactos para gobernar. La postrera desautorización al PSN, después de haber jugado semanas y semanas a la ambigüedad, ha sido la llama que ha terminado por encender el partido tras tanta torpeza.

ASCENSIÓN Y CAÍDA DE PURAS

Era difícil barruntar, hace sólo unas semanas, que la carrera política de Fernando Puras Gil, el líder de los socialistas navarros, el candidato a la presidencia de Navarra por el PSN, iba a ser tan fugaz. Puras, tudelano de 52 años (25 de septiembre de 1954), abogado, casado, dos hijas, anunció a media tarde de ayer que se marchaba. Su decisión es irrevocable.

La historia de Puras, como la de otros profesionales llegados a la política, empezó por arriba. Fue secretario en el Ayuntamiento de Fontellas. Obtuvo una plaza de letrado en la administración foral que mantiene en excedencia y llegó a ser director general de Administración Local (87-91) en uno de los gobiernos socialistas. Fue antes consejero que militante socialista. Con prestigio de «hombre equilibrado y serio» alcanzó una cartera en 1995 en el ejecutivo tripartito de PSN, CDN y EA.

Era la de Salud y Bienestar Social que le ofreció el entonces presidente socialista Javier Otano de 1995 a 1996. Se afilió al partido en 2001 y en 2003 se integró en el grupo parlamentario socialista liderado por el ex secretario general del PSN, Juan José Lizarbe. Ya entonces lograba las simpatías de unos y otros dentro del partido. De carácter educado, «en la izquierda pero centrado», como le recuerda otro socialista, Puras logró hacerse con un lugar importante en el aparato.

En septiembre de 2006 se convirtió en candidato del PSN a la presidencia del Gobierno foral cuando el Comité Federal decidió impedir las aspiraciones a encabezar la lista electoral del secretario general Carlos Chivite. Aquella resolución no fue cuestionada. «Al contrario», señalaba ayer un socialista, «fue recibida con aplauso general».

Nunca antes desde los tiempos de Urralburu, el PSN había logrado transmitir una imagen de consenso mayor. Puras era el hombre de todas las familias socialistas, especialmente de las dos que ahora coexisten en el partido: la afín al secretario general Carlos Chivite y los militantes más próximos al anterior responsable, Juan José Lizarbe. El comité regional del 30 de setiembre de 2006 corrobora esa impresión. De los 143 miembros que asistieron a la reunión, 142 respaldaron al aspirante.

El candidato arranca los motores de su carrera hacia las elecciones. Para ayudarse a mejorar en técnicas de comunicación, contrata a un asesor. Él mismo admite sus dificultades en el lenguaje ante las masas. La proximidad de las elecciones complica los mensajes.

Se le conoce su defensa de la identidad de Navarra y sus próximos hablan de su escasa propensión a alianzas con los nacionalistas. Sus adversarios, sin embargo, advierten desde el principio que «no es claro» en sus reflexiones políticas.

Al final y para su desgracia, merced a las marrullerías de Blanco y Zapatero, ha queado fatal y parece haberse ganado su nuevo alias: «Puras Iscariote».

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído