(PD / Agencias).- Carmen Calvo, ex ministra de Cultura y actual vicepresidenta primera del Congreso, considera que no es prioritario poner letra al himno de España. Por eso, cuando estaba en el Ministerio y le llegaban propuestas «cada tres días», fundamentalmente de poetas, las guardaba «en un cajón», según ha contado.
En estos días, la Sociedad General de Autores de España (SGAE) y el Comité Olímpico Español (COE) han emprendido un nuevo intento de poner letra al Himno de España, basado en recoger valores del deporte. El presidente del PP, Mariano Rajoy, ya ha adelantado que quiere que en la redacción se incluyan menciones a España y a la Monarquía, y que se discuta también en el Parlamento.
En un encuentro informativo con la Asociación de Periodistas Parlamentarios, Carmen Calvo indicó que, como ministra de Cultura, recibía letras para el himno de España «cada tres días», mayoritariamente enviadas por poetas y en una línea de «autoenaltecimiento» del país, y que optaba por «guardarlas en un cajón» al entender que no era un tema al que dedicarse con una «intensidad prioritaria».
Según explicó, después de 40 años de dictadura ha costado tiempo que arraiguen los símbolos nacionales y no deberían tocarse. La ex ministra cree que «no es tan fácil» conseguir una redacción que suscite un acuerdo de todos y por ello no considera que deba darse prioridad a este asunto.
A su juicio, el intento del COE y de la SGAE estará bien si «tranquila y pacíficamente» se consigue poner una letra al gusto de todos, pero tampoco cree que haya que dar mucho pábulo si no se logra pues cada país tiene su singularidad y el hecho de que nuestro himno no tenga letra no debe considerarse un problema.
Además, la diputada socialista llamó la atención sobre el contexto político y, en ese sentido criticó la campaña del PP con la bandera de España en vísperas de la festividad del 12 de Octubre. En su opinión, no se deben abrir controversias con los símbolos ni utilizarlos contra los demás. «No me parece una idea constructiva», comentó, achacando al PP cierta «contradicción» e incluso «hipocresía» por pasarse de autonomista en unas comunidades y defender lo contrario en otros foros.
También lamentó la quema de fotos del Rey por parte de independentistas catalanes y recordó que, al margen de esas posiciones minoritarias, España es una Monarquía parlamentaria porque así los quisieron los ciudadanos en 1978 cuando se aprobó la Constitución española en referéndum. Por ello, no entiende que deba abundarse en «un debate que no existe».
