(PD / Agencias).- El fiscal de la Audiencia Nacional Enrique Molina ha elevado este lunes a definitiva su petición de 31 años de cárcel para uno de los asesinos del dirigente socialista Fernando Buesa, el etarra Diego Ugarte López de Arcaute, por su vinculación en otro atentado fallido posterior con coche bomba en el año 2000 contra el diputado general de Alava, el ‘popular’ Ramón Rabanera.
El ministerio público le imputa los delitos de integración en organización terrorista, homicidio terrorista en grado de tentativa, robo de vehículo de motor y falsificación de documentos.
El acusado integró junto a los ya condenados en la presente causa Asier Carrera Arenzana y Luis Mariñelarena Garcianda el ‘comando Ituren’ de ETA, que el 22 de febrero de 2000 acabó con la vida del dirigente socialista Fernando Buesa y su escolta. Los tres terroristas operaban a las órdenes del ex jefe militar de la banda Javier García Gaztelu, alias ‘Txapote’, quien dos meses después de la muerte de Buesa «dio instrucciones de intensificar la información sobre el diputado Ramón Rabanera para acabar con su vida y una vez estudiados todos sus movimientos habituales localizaron el lugar idóneo para matarlo», según sostiene el fiscal.
El juicio celebrado en la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional –y que hoy quedó visto para sentencia– albergó las declaraciones de los dos compañeros del acusado, Carrera Arenzana y Mariñelarena Garcianda. Ambos confirmaron ante el tribunal haber integrado el ‘comando Ituren’ junto al acusado con el que compartían un piso en la calle Federico García Lorca de Vitoria , así como haber recabado información sobre posibles atentados de la banda cumpliendo órdenes de ‘Txapote’. No obstante, negaron que el coche bomba colocado, entre finales de abril y principios de mayo de 2000, fuese para acabar con la vida de Rabanera.
Según declararon, el atentado iba dirigido «contra otra persona», aunque no quisieron aportar su identidad. Esta versión choca con la que ofrecieron los terroristas en los interrorgatorios posteriores a su detención en los que confirmaron que su objetivo era asesinar al diputado ‘popular’. Carrera y Mariñelarena argumentaron sus declaraciónes de hoy asegurando que las anteriores habían sido realizadas bajo torturas.Sin embargo, los policías que intervinieron en la vista desmintieron estas acusaciones asegurando que los interrogatorios se hicieron siempre en presencia de un abogado de oficio y respetando los derechos constitucionales.
El reencuentro con sus compañeros de comando despertó las sonrisas de Diego Ugarte López de Arcaute que se negó a declarar ante el tribunal. Hasta ese momento, el acusado había dado muestras de aburrimiento bostezando o mirando el reloj en varias ocasiones. Asimismo, su defensa tampoo hizo ninguna manifestación por expreso deseo de su representado.
Falló el dispositivo del coche-bomba
Para el atentado fallido, el ‘comando Ituren’ contó con un vehículo robado marca Renault-19 que les había sido facilitado por otros miembros de la banda. En su maletero depositaron una carga de explosivos de la marca ‘Titadyne 30 A’ dispuesto con un mecanismo de acción a distancia. No obstante, Rabanera consiguió salvar su vida después de que se averiase el sistema electrónico del coche bomba el día en el que los terroristas pretendían perpetrar el atentado, entre finales de abril y principios de mayo de 2000.
Después de no conseguir su objetivo y al sentirse vigilados por la Policía, el acusado y sus dos compañeros del comando terrorista, abandonaron precipitadamente España para reunirse con ‘Txapote’ en Francia.
Tras la huída, la Policía incautó en el piso que el ‘comando Ituren’ disponía desde el mes de septiembre de 1998 hasta el mes de junio de 2000 en Vitoria, numeroso material explosivo, armas, un subfusil marca ‘MAT’, munición, así como numerosa documentación entre la que se incluían diversos portafolios con informaciones relativas a matrículas de vehículos y objetivos de ETA tales como políticos o miembros de las fuerzas de Seguridad del Estado.
