(Agencias / PD).- Una enfermera ecuatoriana, Fanny Dávila, será indemnizada con 450 euros por la agresión sufrida a manos de una doctora que trabajaba con ella en una fábrica de Castellbisbal (Barcelona) el pasado agosto, y que la afectada comparó con la de la joven que fue golpeada en el metro salvo por la diferencia de que en este caso, no existe vídeo.
Los hechos sucedieron el pasado 14 de agosto, cuando la doctora Mercedes H. S. insultó y agredió a Dávila. «Me llamó inepta y sudaca de mierda», comentó la enfermera a Europa Press Televisión; «se abalanzó hacia mi y me dio contra la pared», un golpe que le produjo un hematoma en el pómulo que aún se puede apreciar en su rostro.
La agresión continuó con un fuerte tirón de pelo mientras la enfermera intentaba escapar. Cuando logro soltarse, se golpeó con la camilla y se abrió el labio.
Fanny achaca lo ocurrido al roce que habían tenido la semana anterior tras recibir en la consulta a un hombre de raza negra. «Ella me dijo que odiaba a los árabes y a los negros, y añadió ‘llámame xenófoba si quieres'», dijo.
«Estaba resentida»
La relación entre ambas hasta ese momento había sido cordial, a pesar de que en el trabajo diario se producían situaciones complicadas, ya que, Fanny aseguró que la doctora cometía «errores» que ella se veía obligada a corregir constantemente.
No obstante, la agredida era consciente de que su médico no estaba contenta en su trabajo. «Estaba resentida porque había tenido un juicio anterior contra el jefe de un Centro de Atención Primaria (CAP), que no le permitía trabajar en ningún centro del Instituto Catalán de la Salud», comentó.
Ahora, el juzgado número 9 de Barcelona le ha impuesto a la agresora una sanción de 1.200 euros por una falta de lesiones, pero para Fanny, esta cantidad resulta insuficiente, porque en su opinión, debería completarse con una sanción por parte del Colegio de Médicos.
De esta forma, «no se ha puesto un alto a este tipo de agresiones», concluyó.
