(PD).- Desde su ingreso en prisión el pasado 8 de junio, el liderazgo de Arnaldo Otegi se ha diluido por completo. Según ha podido saber Informativos Telecinco, el dirigente de Batasuna sólo recibe visitas de sus familiares más cercanos. Atrás han quedado los homenajes y las visitas de líderes independentistas europeos.
Cuando comenzó a cumplir su condena de 15 meses por un delito de enaltecimiento del terrorismo, hasta cuatro eurodiputados se acercaron a la prisión guipuzcoana de Martutene para entrevistarse con el hasta entonces portavoz de Batasuna.
Arnaldo Otegi En aquel tiempo, también recibió la visita del dirigente del sindicato LAB Rafael Díez Usabiaga, pero las cosas han cambiado. Ahora, Otegi está solo. Alejado de la política, el ex portavoz de Batasuna dedica su tiempo en prisión a estudiar. Se ha matriculado en la UNED de las dos asignaturas que le restaban para terminar la carrera de Derecho. También estudia inglés. Lo hace en su celda, que comparte con un preso que cumple condena por delitos comunes.
Lo que no parece que preocupe demasiado a Otegi es su aspecto. Según las personas que le ven a diario, el ex dirigente abertzale ha ganado bastante peso. El único ejercicio físico que realiza son los paseos por el patio de la prisión. Otegi sólo ha pisado el gimnasio para realizar un breve curso de yoga.
En cualquier caso la «soledad» de Otegi no parece preocuparle demasiado. Su trato con los otros reclusos y los funcionarios es absolutamente cordial. Hasta el momento no ha tenido problemas y según diversas fuentes, Otegi acata la disciplina del centro penitenciario sin encontrar mayores dificultades.
