(PD / Época)-. Que España carece de política energética lo demuestra el hecho de que el presidente del Gobierno ha instalado una placa solar en la Moncloa que va a costar a los españoles 380 euros el MW/h. Las llamadas energías renovables se mantienen gracias a los 4.000 millones de euros que salen de las arcas públicas al año. Con las nucleares el coste sería de 36 euros el MW/h. Y sin subvenciones.
Esta es la premisa del reportaje de Begoña Marín, publicado en el nuevo número de la revista Época, titulado “¿Son gigantes, Sancho?”. En el se cuestiona la viabilidad de que España cumpla el compromiso de Kyoto si da la espalda a las centrales nucleares. No dudan en poner como ejemplo al manido conejo.
Por cada conejo que se cocine para la cena navideña con energía fotovoltaica, podrían prepararse 10 con la nuclear. ¿Hay o no diferencia? Todo sea por dejar de ocupar el primer lugar en el ranking de los países más contaminantes de los 27 que han firmado el Protocolo de Kioto. Actualmente España es el menos verde, con 14,2 puntos para alcanzar el objetivo. Con las renovables lo conseguiremos.
Se ponen ejemplos de países de nuestro entorno como Reino Unido.
El país que con más decisión combate el cambio climático se está planteando construir más centrales para reducir su dependencia del exterior y rebajar sus emisiones de gases de efecto invernadero; Estados Unidos alarga la vida de sus centrales de los 40 a 60 años y tiene en proyecto 30 reactores, que se sumarían a los 103 que ya funcionan; y en Francia el 80% de la electricidad es de origen nuclear.
La única forma de evitar que en unos años lamentemos el estallido de una burbuja de energías renovables es contar con un precio de mercado en la electricidad que sirva de guía a los empresarios del sector y eliminar las perniciosas subvenciones que distorsionan la diversificación del mix energético. «Por desgracia, como opina Gabriel Calzada del Instituto Juan de Mariana, los intereses creados con las
subvenciones y precios artificiales harán cada vez más difícil el establecimiento de un mercado libre».
