(Agencias/PD).-La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha pedido a los católicos que en las próximas elecciones generales voten a los partidos que no negocien con terroristas, defiendan el matrimonio entre un hombre y una mujer y el estudio libre de la Religión en las escuelas públicas.
Para la Conferencia Episcopal, «el terrorismo es una práctica intrínsecamente perversa» y «una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político».
Así consta en una nota elaborada tras la celebración de la Comisión Permanente de la CEE que, como en ocasiones anteriores, se ha reunido para ofrecer a los católicos «algunas orientaciones morales que estimulen el ejercicio responsable del voto».
En este sentido, advierten a los católicos del «peligro» que suponen las «opciones políticas y legislativas que contradicen valores fundamentales y principios antropológicos y éticos arraigados en la naturaleza del ser humano».
Entre esos valores fundamentales se encuentran la defensa de la vida humana en todas sus etapas, «desde la concepción hasta la muerte natural» y la promoción de la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer.
La nota también hace hincapié en el derecho de los padres a formar a sus hijos «de acuerdo con sus convicciones religiosas y morales» y señalan que la asignatura «Educación para la ciudadanía», de carácter obligatorio, lesiona ese derecho de los progenitores.
Para la CEE, «los inmigrantes necesitan especialmente atención y ayuda», así como «los que no tienen trabajo, los que están solos, las jóvenes que pueden caer en las redes de la prostitución, las mujeres humilladas y amenazadas por la violencia doméstica, los niños, objeto de explotaciones y de abusos, y quienes no tienen casa ni familia donde acogerse».
A juicio de los obispos, «no todos los programas son igualmente compatibles con la fe y las exigencias de la vida cristiana» y «no se debe confundir la condición de aconfesionalidad o laicidad del Estado con la desvinculación moral y la exención de obligaciones morales objetivas».
El portavoz de la CEE, Juan Antonio Martínez Camino, aseguró que la Iglesia «no pide el voto para ningún partido político» concreto y que los católicos «pueden apoyar partidos diferentes y militar en ellos».
