Piden 24 meses de prisión para un grafitero que hizo pintadas en venganza porque la grúa le llevó su coche

(PD / Agencias).- Si el juez considera que el fiscal tiene razón, a un grafitero lucense unas pintadas pueden salirle caras. La acusación pública reclamó ayer en un juicio que le sean impuestos dos años de cárcel a Javier Abraira Maldonado, de 24 años, como presunto autor de un delito de daños. El joven negó categóricamente los hechos que le imputan.

Los hechos, según el fiscal, sucedieron en la madrugada del 9 de noviembre del año 2005 cuando el imputado, supuestamente con un aerosol de color negro, realizó diversas pintadas en la parte exterior de la vivienda unifamiliar de un vecino de la calle Lavandeira. El acusador público dijo que tal proceder fue en represalia debido a que el dueño de la casa avisó a la grúa para que le llevase el coche porque lo había estacionado indebidamente delante del taller del propio denunciante.

Las pintadas en cuestión afectaron a la puerta del negocio y también a la fachada del edificio, a la puerta y también al portero automático. También se vio ligeramente afectada la fachada de otro inmueble. En la puerta del taller del denunciante escribió: «hijo de p…».

Los daños que ocasionó con las pitadas en el inmueble fueron tasadas en 759 euros. El fiscal calificó los hechos como un delito de daños y, además de pedir para el acusado pena de cárcel, reclamó la imposición de una multa de 15 meses con una cuota diaria de cuatro euros. A su vez, en concepto de responsabilidad civil, le exigió el pago de los daños causados en el edificio dañado por la pintura. El juicio tuvo lugar ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Lugo y en el mismo prestaron declaración un policía y el denunciante, así como un agente de la sección científica.

Pintó en otro lado

El acusado dijo que era grafitero pero negó que él hubiese pintado en la casa del denunciante. Apareció un aerosol del mismo color y con sus huellas, pero advirtió de que lo había dejado tirado en una papelera próxima al local de la asociación de grafiteros. Además, el contenido de ese recipiente no lo utilizó en esa acción que le atribuye el fiscal y de la que se desvinculó por completo el joven, según informa La Voz de Galicia.

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