(PD).-Zapatero no quiere pasar página en la guerra abierta entre el PSOE y los obispos. En un tono aleccionador, desplegó toda una lista de reproches qu el Nuncio de Su Santidad en España, Manuel Monteiro de Castro, a quien ZP ni siquiera se molestó en saludar, tuvo que aguantar sin derecho a réplica. Luego de abroncar a los obispos, amenizó con una cínica invitación para «tomar el caldito comprometido en diciembre». Pero ya se había despachado a gusto.
Manuel Monteiro, nuncio del Vaticano, fue a escuchar a José Luis Rodríguez Zapatero hablar de la situación económica de España en el Foro de Europa Press y se topó con el indignado reproche del presidente a los obispos. Zapatero aprovechó para precisar, a escasos metros del nuncio, las razones de su malestar por la «insólita» nota electoral de los obispos contra la política de su Gobierno y contra su propio partido. El presidente afrontó la polémica por la vía más directa y reprochó el maltrato que la Conferencia Episcopal dispensa al PSOE en una materia tan sensible como la política antiterrorista.
En su intervención, Zapatero volvió a criticar el documento que emitieron los obispos hace hoy una semana, en el que señalaban que una sociedad «libre y justa» no puede tener a una organización terrorista como interlocutor político. Los socialistas montaron en cólera por esta frase.
A Zapatero todavía no se le había pasado ayer el berrinche y sacó su lista de reproches contra los obispos. Les echó en cara que en la nota que publicaron para las elecciones de 2000 no se hicieran referencia «a los límites» de la negociación, cuando «en esa legislatura hubo un proceso de diálogo». «Ésta es la primera vez, en una nota previa a las elecciones, que se hace esa reflexión, una consideración sobre el diálogo legítimo o no legítimo». «Es insólito», dijo.
Zapatero negó que la actual confrontación con la Iglesia movilice a su electorado. «Llegará un momento en el que digan que Pepe Blanco diseñó la nota de la Conferencia», dijo en tono irónico. Momentos después y en plena bronca con la Iglesia, emplazó al nuncio la próxima semana para tomar «el caldito» comprometido en diciembre.
También reprochó a los obispos sus alusiones a Educación para la Ciudadanía. La Iglesia sostiene que «lesiona el derecho de los padres y de la escuela en colaboración con ellos a formar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones religiosas y morales». Según Zapatero, Educación para la Ciudadanía «es una asignatura pura». «Siempre he afirmado que no me callo, pero no me enfado. Es mi forma de ser», explicó Zapatero con una sonrisa.
