El reo quería otro abogado de oficio y, mientras el suyo explicaba al juez en pleno juicio que no tenía opción de elegir, le dio un puñetazo. Doug Crickmer decidió no representarle más tras su ingreso en el hospital por daños oculares y el ladrón de supermercados se salió con la suya. Las imágenes son impactantes.