Pumpido: «Utilicé la expresión Guantánamo electoral en plan coloquial; no me arrepiento»

Juan Cruz Osta (PD).- Pese a que el enfado del Gobierno -especialmente de Rubalcaba– fue sonado, el Fiscal General del Estado asegura que todo fue conforme a lo debido. Conde-Pumpido ha afirmado que el Supremo habló simplemente de que se «podría haber intuído antes, pero las pruebas se han presentado cuando se tenían«. Dice el Fiscal que las cosas hay que hacerla conforme a Derecho, «no cuando lo digan los medios«. Además, asegura Pumpido, «no quiero ser ministro de justicia«.

Según Cándido Conde-Pumpido, la fiscalía y también el Gobierno, a través de la abogacía del Estado, han formulado demandas de ilegalización del PCTV y ANV. Se ha formulado en el momento en el que se ha dispuesto de la base probatoria suficiente.

Y ha asegurado que «el Tribunal Supremo nos ha dado la razón. En el de PCTV lo dice así y en el de ANV dice que los elementos probatorios se han puesto de manifiesto en los últimos meses de 2007 y el principio de 2008, y dice que antes sí que podría haberse intuído«.

Según Pumpido, «un partido no puede ser ilegalizado por el mero hecho de que se oriente en un determinado momento el voto de la población hacia este partido. Hay que hacerlo en base a infracciones«.

En referencia a la expresión utilizada por los magistrados del Supremo, Pumpido, siguiendo las tesis del Gobierno, ha dicho:

«En la resolución pone que antes se podida intuir, pero intuir no es probar».

Además, ha vuelto a defender su actuación durante el alto el fuego de ETA, incluso en el caso de Arnaldo Otegui.

«El Fiscal General del Estado no está obligado a hacer lo que le manden los medios, sino lo que le mande el Derecho».

Respecto a la desafortunda expresión de Guántanamo electoral, que utilizó para referirse a la Ley de Partidos, el Fiscal General del Estado ha dicho que «se trataba de un coloquio, y se utilizan expresiones coloquiales, pero no me arrepiento en absoluto«.

«Lo que se trata de decir es que la Ley de Partidos no permite que exista la posibilidad de excluir a una parte de la ciudadanía.»

Sobre el ataque sufrido por los escoltas de María San Gil en la Universidad de Santiago de Compostela, Conde-Pumpido se ha mostrado «avergonzado y dolido«.

«Yo creo que es absolutamente intorelable. Es algo que me produce vergüenza y una gran preocupación. Sé, con toda seguridad, que la Fiscalía gallega estará actuando ya».

Además, y preguntado sobre si aspira a ocupar el puesto de Ministro de Justicia, ha dicho:

«Yo no voy a ser ministro de Justicia. Ser Fiscal General del Estado ya ha sido lo bastante apasionante.»

Sus palabras han estado todas vigiladas por la atenta mirada del juez Baltasar Garzón, criticado también por su oportunismo a la hora de tomar decisiones conforme a los tiempos políticos marcados por el Ejecutivo Zapatero.

RETOS PARA LA JUSTICIA

Antes, Cándido Conde-Pumpido, en el marco de los desayunos de la Nueva Sociedad, ha lanzado un discurso en el que ha analizado los nuevos retos para la Administración de justicia en España.

«En nuestros días el primer derecho fundamental es el derecho a un sistema de Justicia eficaz. No sirve un Estado de Derecho de papel. Necesitamos instrumentos de realización efectiva y tangible de las leyes. Una maquinaria útil, capaz de cambiar la realidad, más allá del plano meramente formal. Ese es el trabajo que, a estas alturas, quieren los ciudadanos que hagamos».

«Así que hay que eliminar burocracia y simplificar el tratamiento de las cuestiones menos complicadas, para liberar recursos con los que atender a causas más complejas».

«Estoy hablando de superar el modelo de policías, fiscales y jueces dedicados a repetir mecánicamente en sus respectivas intervenciones una serie de trámites formales perfectamente prescindibles en cuanto no sirvan para garantizar los derechos fundamentales».

«Una verdadera polícia judicial, mejor comunicada con un Fiscal más operativo en la dirección de la investigación, podría aliviar la inútil congestión procesal que padecemos, sin mermar las garantías de los justiciables, amaparadas por un Juez en funciones de tal, en posición de verdadera equidistancia».

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