Alfonso Guerra pega la espantada

(PD).- Genio y figura, lo del ex vicepresidente. Tiene el privilegio de haber sobrevivido al rodillo Pepiño y además se permite el lujo de faltar a un acto del PSOE en Sevilla, cuya lista encabeza.

La historia se repite cuatro años después. El 29 de febrero de 2004, el entonces número uno del PSOE al Congreso por Sevilla, Alfonso Guerra, plantó al mismísimo Zapatero en un mitin en la capital hispalense.

En aquella ocasión, al ex vicepresidente del Gobierno no se le hizo hueco en el escenario, reservado para Zapatero, Manuel Chaves y Felipe González. Pero, como cabeza de lista que era, sí se le guardó un sitio en primera fila. Asiento que nunca llegó a ocupar.

Tal vez fue por su sabida enemistad con el ex presidente o como señal de protesta porque su partido no le incluyó en el cartel de teloneros del que todavía era candidato primero del PSOE. O puede que porque el primero en quien pensaron los socialistas para encabezar aquella candidatura fue en Felipe González, que rechazó la propuesta. Fue entonces cuando se decantaron por Guerra, que inesperadamente escaló de la segunda posición a la primera.

Este miércoles, el presidente y candidato socialista a La Moncloa volvió por precampaña a Sevilla. Y, de nuevo, ni rastro de Guerra, quien a pesar de su tirante relación con la Ejecutiva actual del PSOE tendrá el honor de convertirse en marzo en el único diputado con escaño desde 1977 (vuelve a ser número uno por Sevilla).

A José Blanco no le tembló el pulso para quitarse de en medio hace unos meses a otros incómodos como José Acosta o Joaquín Leguina, pero con Guerra no se atrevió. Como tampoco con el veterano Txiki Benegas, al que los socialistas intentaron por todos los medios mover de la candidatura del Congreso a la del Senado, pero Benegas se negó en rotundo y al final se salió con la suya: en marzo repetirá como diputado.

Y Zapatero improvisó

La baja de Guerra no pasó desapercibida este miércoles. En cambio, allí estaba acompañando a Zapatero el presidente de la Junta andaluza. Ambos rodeados de centenares de mujeres, puesto que era un acto organizado por el PSOE en colaboración con varios colectivos femeninos. La cita empezó con polémica y con una hora de retraso.

En salón del hotel sevillano elegido para el mitin conjunto de Zapatero y Chaves se quedó pequeño, así que decenas de mujeres no pudieron entrar. Lo que provocó protestas de las afectadas, que se habían desplazado en autobús desde varios puntos de la provincia para ver a ambos presidentes.

Zapatero intentó templar gaitas improvisando un mitin en plena calle antes de entrar al hotel. «No me parece justo que haya gente que no pueda entrar, nadie puede quedar discriminado por llegar antes o después», dijo el presidente en medio de la multitud. Mientras, de fondo se oían algunas quejas de las mujeres por lo «chico» que se le había quedado el lugar elegido, con aforo para 2.000 personas.

Allí les habló de igualdad entre hombres y mujeres y les prometió que trabajará por la equiparación de salarios entre ambos sexos si el PSOE ganas las elecciones el 9 de marzo. Lo mismo que repitió minutos después de puertas adentro.

Como número uno que es, Alfonso Guerra tiene previsto estar a medianoche del 21 de febrero en el arranque oficial de la campaña en Sevilla. Ese día no estarán en la ciudad hispalense ni González, ni Zapatero, ni tampoco Chaves. Así que, salvo imprevisto de última hora, el otrora vicepresidente no dará otro plantón a sus acólitos.

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