(PD/Agencias).- Digno de Maquiavello. Al alcalde de Toledo no le gustó que Aguirre organizara una comida-mitin para seiscientos de los suyos en un restaurante de su ciudad. Así que mandó un batallón de grúas para llevarse los coches.
La comida, organizada en el restaurante «Venta de Aires», estaba presidida por Esperanza Aguirre, María Dolores de Cospedal y Arturo García-Tizón.
Por cuestiones de seguridad, se colocó el cartel de ‘lleno’ en el aparcamiento apenas había llegado unos coches, así que el resto de afiliados tuvieron que aparcar sus coches en el centro de la calle cortando la calzada en dos.
Al alcalde socialista de Toledo, Emiliano García-Page, no le había hecho ninguna gracia que la presidenta madrileña se llevara tantas lisonjas y, antes de llegar al segundo plato, un concejal del PP se subió al entrado para gritar: «Ahí fuera la grúa se está llevando los coches!».
Este anuncio provocó una estampida entre los comensales que salieron raudos para comprobar que su vehículo seguía allí. La Policía tuvo tiempo de llevarse hasta cinco coches y las incontables multas que pudieron caer.
Eso sí, ni Esperanza Aguirre y Cospedal tuvieron que pasarse por el depósito a retirar el vehículo.
